Bajo el lema ‘Movilidad para Todas’, voluntariado de 23 ciudades saldrán a la calle estos días para denunciar el abuso del coche
Redacción/. El 16 de septiembre arrancó una nueva edición de la Semana Europea de la Movilidad, que este año viene marcada por la recuperación de los viajes tras completarse los objetivos de vacunación contra la Covid-19. Greenpeace alerta del riesgo de volver a la antigua normalidad de los atascos y el abuso del automóvil ante las primeras señales, esta semana, de congestión en ciudades como Madrid y Barcelona, cuyos niveles de tráfico se acercan peligrosamente a los niveles prepandemia.
Por este motivo, Greenpeace exige a los ayuntamientos que tomen medidas inmediatas para contener el tráfico y que adelanten la implantación de sus Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), uno de los requisitos de la nueva Ley de Cambio Climático, para antes de 2023. La definición de estas ZBE coincidirá en el tiempo con la tramitación de la Ley Estatal de Movilidad, una norma que deberá fijar aspectos tan trascendentales como la financiación del transporte público, los impuestos a la aviación o el pago por el uso de las carreteras.
A las peticiones de Greenpeace al Gobierno de España, se suman las demandas a las empresas. Y es que el crecimiento del tráfico coincide con la decisión de muchas compañías de volver a la presencialidad en detrimento del teletrabajo. Greenpeace recuerda que, por cada día adicional de trabajo en casa, se reducirían un 3% las emisiones de CO2 en ciudades como Madrid y Barcelona. Una práctica que, además, aliviaría las horas punta para aquellas personas que trabajan en sectores esenciales (comercio, limpieza, cuidados, fábricas, etc.) en los que el teletrabajo no es una opción, señala la ONG.