Las poblaciones de gorrión común en España ha descendido casi un 20%

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Las causas de este declive permanecen sin ser identificadas con seguridad, pero se ha constatado que el descenso es más acusado en los medios urbanos que en los rurales

Redacción/. Las medidas encaminadas a la naturalización de las ciudades ayudan a mejorar la dieta del gorrión común. Ejemplos muy claros como la reducción de la frecuencia de siegas en praderas de césped, la naturalización de alcorques en el arbolado urbano o la presencia de vegetación adventicia, las también llamadas ‘malas hierbas’ en cunetas y descampados benefician a la especie.

Sin embargo (y en el Día Mundial del Gorrión), en España, según los últimos datos del programa de seguimiento de aves Sacre de SEO/BirdLife las poblaciones de gorrión común han descendido casi un 20% desde que se registran sus datos con el programa Sacre (1998). Para esta especie la acumulación de declives es mayor que la de aumentos, por ello, con el paso de los años, la población cada vez es menor respecto a 1998. De todas formas, también se observa que este descenso sucedió principalmente en la primera década de estudio, mientras que en los últimos diez años se está estabilizando.

Evolución de la población de gorrión común en España de 1998 a 2022, según los datos del programa Sacre de SEO/BirdLife.

Las causas de este declive permanecen sin ser identificadas, pero sí se sabe que el descenso es más acusado en los medios urbanos que en entornos rurales. Aún así, algunas de las causas del retroceso del gorrión tienen un origen antrópico. Por ejemplo, según un reciente estudio elaborado por investigadores españoles la costumbre de aprovechar los restos de comida de los seres humanos afecta negativamente a la salud de los gorriones, en concreto a su condición corporal y a su fisiología nutricional, induciendo, en algunos casos al estrés oxidativo a pesar de la ausencia de contaminación ambiental.

Es de sobra conocido que la “comida basura” tiene consecuencias similares en los seres humanos, por lo que estos resultados son un ejemplo claro del importantísimo papel que tiene el gorrión común como bioindicador.

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