Las comunidades de hormigas permiten evaluar las medidas agroambientales de la UE

hjormigasLa gestión de los linderos permanentes en el paisaje mejoraría el potencial de los servicios ecosistémicos 

Redacción/. La intensificación agrícola es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad, cuya conservación depende en gran medida de paisajes modificados por humanos, especialmente en Europa que tiene una larga tradición de usos agrícolas en la mayor parte de su territorio.

¿Cómo revertir los efectos negativos que produce la gestión actual de los ecosistemas agrarios? Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han analizado la efectividad de las medidas agroambientales (AES, por sus siglas en inglés) de la Política Agraria Común (PAC), orientados a promover entre los agricultores métodos de cultivo más respetuosos con el clima y el medioambiente.

Para monitorear sus efectos, han elaborado un estudio con comunidades de hormigas, organismos ecológicamente dominantes y, por tanto, prácticas en el control de los ecosistemas agrarios. Los resultados sugieren que la gestión de bordes permanentes en tierras de cultivo optimiza la abundancia, diversidad y composición de estas comunidades, mejorando a su vez el control de la flora arvense, flora asociada al cultivo que también conocemos como malas hierbas.

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