Las necesidades reales de los profesores para llegar más allá del reciclaje o el día del árbol en los colegios
el Mirador
Sergio de Carabias. Profesor de Biología y Geología en el Colegio Base
‘Salvar el planeta’ es un lema atractivo y tantas veces escuchado, que resulta más una imposición que una invitación a hacer realmente lo que toca dejando atrás todo romanticismo: salvarnos como especie, mejorar nuestra calidad de vida.
Los profesores tenemos, sin duda, un gran trabajo por hacer en este cometido pero ¿cómo? ¿cuándo? ¿con qué medios? ¿con qué ayuda? ¿con qué objetivos?… Cientos son las preguntas que le habrán asaltado a aquel que, movido por eso que engrandece nuestra profesión, la vocación, se haya atrevido a iniciar este apasionante camino.
“Los profesores tenemos un gran trabajo por hacer en lo tocante al medio ambiente en las aulas”
En muchos centros educativos existen ya interesantes proyectos y figuras en torno a un ‘comité’ y/o ‘coordinador ambiental’ que, sin embargo, todavía no son tenidas en cuenta oficialmente. La nueva ley de educación, LOMLOE, incluye el cuidado del planeta como parte del proyecto educativo. Se trata de un avance pero que resulta insuficiente sabiendo el momento que vivimos, ante la necesidad imperiosa de revertir la tendencia al cambio climático que ya es evidente a nuestros ojos. Ni nuestros alumnos ni la sociedad pueden acostumbrarse a ver sucederse las Cumbres del Clima una tras otra sin llegar a acuerdos reales que primen la sostenibilidad por encima de presiones políticas e intereses económicos particulares. El porvenir general de la humanidad depende de ello. La ‘casa común’ a la que se refiere el ‘Papa ecologista’ no soporta más el ritmo de sobreexplotación al que la hemos sometido en el último siglo.
El trabajo que hacemos desde los colegios debe ir más allá de celebrar la semana del medio ambiente o el día del árbol, sin infravalorar tales actos. Tampoco es suficiente con tener un minihuerto o realizar una salida a la montaña cada fin de curso. Se quedan cortos los contenedores separadores de residuos o diseñar adornos para la clase con tapones de botellas. En los comedores, los alimentos no se pueden seguir tirando como hasta ahora. El medio ambiente como tema transversal solo aparece en las aulas cuando hay una nevada descomunal o un volcán inicia su erupción y, obviamente, no es suficiente…
Necesitamos conseguir que nuestros alumnos lleguen al colegio a pie o en bici, con emisiones 0. Llevamos décadas hablando del reciclaje pero la solución verdadera pasa por reducir el gasto de papel y plásticos que hacemos y que en los colegios, precisamente, alcanza niveles de vértigo… El asfalto y el cemento no pueden seguir siendo predominantes en los patios, demos el protagonismo que merecen en el aprendizaje de nuestros alumnos a árboles y pájaros. Las ecuaciones de primer grado se aprenden igual trabajando con datos de consumo de agua y energía que con manzanas y peras, por ejemplo.
“Necesitamos conseguir que nuestros alumnos lleguen al colegio a pie o en bici, con emisiones 0″
Para llevar el medio ambiente a las aulas, los profesores necesitamos no tanto recursos materiales como directrices claras, formación actualizada o una red de comunicación que nos inspire y catapulte al compartir los buenos resultados que se van consiguiendo. En conclusión, se hace totalmente urgente y necesaria una legislación atrevida y potente que encauce y vertebre nuestra pasión por enseñar en la defensa y protección del medio ambiente. Sólo así, la escuela podrá actuar como el fuerte pilar que se espera de ella, con el apoyo debido de las familias y del resto de la sociedad para así lograr entre todos salvar nuestro planeta.