Trashumancia: ecología y cultura dadas de la mano

Paso de ganado por el centro de Madrid.
Restaurar la conectividad y la funcionalidad de la Red de vías pecuarias de la Comunidad de Madrid: una realidad en marcha

Objetivo: revertir la degradación
Por Lara Redondo González. Bióloga
El pasado 24 de octubre tuvo lugar la celebración de la 28ª edición de la Fiesta de la Trashumancia en las calles de la ciudad de Madrid. Como es tradición, se entregaron los ’50 maravedís al millar’ como pago por los derechos de paso por las vías pecuarias estipulados por la Concordia de 2 de marzo de 1418 entre los Hombres Buenos de la Mesta y los Procuradores del Concejo de la Villa. Así, cada año, se reivindica la relevancia socioeconómica y ecológica que supone la trashumancia, lo que dio como resultado la creación de la denominada Red Nacional de Vías Pecuarias (Ley 3/1995 de 23 de marzo) en España.

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Red de vías pecuarias de la Comunidad de Madrid.

¿Qué es la trashumancia?
Pero, antes de nada, ¿a qué llamamos trashumancia? La trashumancia es una forma de manejo ganadero extensivo que consiste en el desplazamiento estacional del ganado entre zonas de mayor o menor latitud. Esta actividad puede considerarse altamente adaptativa ya que permite ensamblar actividades como el pastoreo y los picos estacionales de productividad de los pastos. Si estos se encuentran agostados, se deberán explotar los recursos existentes de otras áreas.

LIFE Cañadas
Coordinado por la Universidad Autónoma de Madrid, el proyecto LIFE Cañadas, pone el foco de sus acciones en la conservación y restauración ecológica de gran parte de la Red de vías pecuarias de la Comunidad de Madrid (CAM) y la Cañada Real conquense (Castilla-La Mancha), con el objetivo de restaurar la conectividad y la funcionalidad de las mismas, para mejorar su papel como reservorios de la biodiversidad y corredores ecológicos entre áreas de la Red Natura 2000.

«La trashumancia es una forma de manejo ganadero extensivo que consiste en el desplazamiento estacional del ganado entre zonas de mayor o menor latitud«

Dentro de este plan (2019-2024) se llevarán a cabo numerosas acciones. Como en todo proyecto de restauración, las fases que se deben seguir son: un buen diagnóstico previo del estado de conservación del terreno para identificar así los tramos que necesiten acciones prioritarias; se deberá tener en cuenta mediante procesos participativos a los actores sociales implicados, llegando a acuerdos de pastoreo con pastores trashumantes y locales; se promoverán acciones tanto de conservación como de restauración, priorizando la recuperación de procesos ecológicos ligados al papel multifuncional de las vías pecuarias; las actuaciones llevadas a cabo, deberán ser monitorizadas para el correcto seguimiento de los resultados; y, por último, pero no menos importante, una fase clave es la divulgación en todas las fases del proyecto puesto que sin sensibilización, no hay éxito.

Las vías pecuarias son un importante patrimonio de la Sierra de Guadarrama.

Vía pecuaria.

Restauración ecológica de vías pecuarias en la CAM
Tras un proceso previo de diagnóstico del estado de degradación de las parcelas de estudio, se clasificaron en tres tipos: parcelas de referencia, parcelas que presentan una vegetación ‘embastecida’ y parcelas erosionadas. En febrero de 2021 se pusieron en marcha los trabajos de restauración ecológica de la CAM, centrando las actuaciones en la zona central de la región, de suroeste a noroeste, terreno en el que predominan las arcosas silíceas, sustentando un paisaje agrícola y urbano.

A lo largo de 62 tramos de vías pecuarias, se documentaron los diversos factores de degradación. El ecosistema de referencia que se desea alcanzar en estos tramos serían los pastizales mediterráneos, los cuales, además de mantener el uso ganadero contribuyen a la fijación de carbono, albergan una rica fauna edáfica y favorecen la diversidad de polinizadores.

En febrero de 2021 se pusieron en marcha los trabajos de restauración ecológica de las vías pecuarias de la región

Mojón indicativo de vía pecuaria.

Mojón indicativo de vía pecuaria.

Se siguieron dos líneas de actuación. El primero se centró en aquellos tramos en los que el suelo se encuentra altamente compactado y erosionado. En este caso las medidas llevadas a cabo, en primer lugar, fueron la delimitación del paso a estas zonas. Se procedió a la descompactación del suelo mediante arado, favoreciendo la infiltración y aireación del suelo, además del enraizamiento de la vegetación. Se sumaron acciones de majadeo o redileo con ganado ovino, lo que favorece la fertilidad del suelo. En segundo lugar se actuó sobre los tramos deteriorados por la ausencia de ganadería extensiva. En esta segunda línea de trabajo, la acumulación de biomasa hace imprescindible la participación de rebaños colaboradores para recuperar el uso ganadero en estas zonas.

Como complemento a las acciones de restauración previas se construyeron muretes de piedra junto a las lindes. Esto reporta beneficios tanto para la protección de la vía como para el refugio de fauna. Además, se llevaron a cabo acciones en pro de los polinizadores, instalando nidales en algunos de estos muretes.

A modo de conclusión, querría destacar el papel indispensable de este arte milenario. La trashumancia mantiene vivo el papel ecológico que se pierde con la ganadería intensiva y, a su vez, es parte de nuestro patrimonio cultural, del que parecemos desconectar cada día, pero sigue latente en muchos de nosotros.

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