Dejamos atrás un año en el que ha quedado constatado que nuestra relación con la Naturaleza como especie debe cambiar radicalmente
Opinión de El Guadarramista
Por Jonathan Gil Muñoz (Director)
Con esta letras cerramos el año en este rincón editorial. Si echamos la vista atrás, salta a la vista que han sido 12 meses marcados por una pandemia que ha condicionado el día a día de todos muy a nuestro pesar. Aunque haya habido momentos en los que hemos podido centrarnos en otros temas, ha sido el telón de fondo de un 2020 que ha dejado una huella que tardará en desaparecer.
Un año para olvidar en el que, a pesar de las circunstancias, semana tras semanas hemos traído a nuestros lectores diferentes temas ambientales con la intención de crear, principalmente, conciencia ambiental entre quienes nos leen, con el objetivo de ser más responsables medioambientalmente hablando en nuestro día a día. Tampoco nos hemos olvidado de la actualidad, que nos ha dado la oportunidad de analizar con cierto detenimiento, todos aquellos sucesos que han impactado negativamente en la conservación de nuestro entorno natural.
“El objetivo de estas líneas ha sido y será ser más responsables medioambientalmente“
En este sentido, pocas han sido las noticias positivas con cierto alcance para nuestro medio ambiente de las que nos hemos hecho eco aquí, síntoma preocupante de que las cosas no se están haciendo especialmente bien en la Comunidad de Madrid. Es por ello que, como ciudadanos responsables, debemos seguir exigiendo a nuestras Administraciones públicas una mayor implicación en estos temas.

“No habrá economía, ni tampoco salud, si antes nuestra especie no se impone una existencia sostenible en este planeta”.
En este sentido, es incuestionable que los asuntos relacionados con el medio ambiente han pasado a un segundo o tercer plano a causa de la pandemia, a pesar de que debido a la COVID-19, han aparecido en el medio natural unos desechos nunca antes vistos: los guantes de plástico y, principalmente, las mascarillas. Sin duda que estamos ante el impacto más importante causado por la pandemia desde el punto de vista medioambiental. A pesar de todos los esfuerzos que se han hecho, siguen apareciendo por doquier cientos de mascarillas, de lo que no se libran los ríos, embalses y montañas de nuestra región.
¿Cómo es posible que esas personas que acuden a los espacios naturales madrileños atraídos por su belleza dejen tras de sí este tipo de basuras? Es pura estadística, es verdad, pero no deja de ser preocupante esta paradoja ambiental. En un momento en el que debemos mantener todo tipo de precauciones con el prójimo, el grado de empatía con nuestra Naturaleza debe ser aún mayor si cabe; está en juego nuestro futuro.
“A pesar de todos los esfuerzos que se han hecho, siguen apareciendo por doquier cientos de mascarillas“
Un medio natural sano, protegido y respetado por nuestra sociedad es clave en la prevención de futuras nuevas pandemias. Todos los expertos a nivel global coinciden en esto, algo lógico que cae por su propio peso pero que nos empeñamos en desoír. Se nos van acabando las oportunidades a la vez que aparecen nuevas amenazas. Esta última, la del COVID-19, debería servir para marcar un antes y un después en la agenda política mundial debido a sus innumerables implicaciones. No habrá economía, ni tampoco salud, si antes nuestra especie no se impone una existencia sostenible en este planeta.