Greenpeace denuncia los impactos ambientales del comercio electrónico a gran escala

Los envíos rápidos y a domicilio requieren de tres veces más energía que los habituales, informa la organización conservacionista 

Redacción/. Ante el auge del comercio electrónico a gran escala, Greenpeace alerta del grave peligro que este servicio entraña para el planeta en términos de uso de los recursos, emisiones de gases de efecto invernadero y de residuos. Los envíos rápidos y a domicilio requieren de tres veces más energía que los habituales y sólo en China en 2018 se generaron 13 millones de toneladas de emisiones a partir de envases del sector de entrega urgente, señala la ONG.

«Durante la llamada ‘última milla’ (la distribución de los paquetes a los hogares) es cuando se genera un mayor número de emisiones, principalmente por el transporte. Esto se ha agravado con la reciente introducción del modo ‘rápido’, que permite recibir los productos en 24 horas e implica más distribución y movimientos, y por las devoluciones gratuitas, ya que uno de cada tres productos se retornan. El Black Friday es una fecha especialmente dañina en este sentido: solo en este día, en 2019 se estima que se distribuyeron 3,5 millones de paquetes en toda España y 1,5 en Madrid. A las emisiones del reparto se suman las ligadas a la importación de productos por avión, ya que gran parte del comercio electrónico procede de otros continentes. Esto implica una huella de carbono adicional por cada producto, pues el transporte aéreo emite al menos seis veces más que un camión por tonelada transportada», advierte Greenpeace.

Por otra parte, los residuos generados por las compras online -en su mayoría envoltorios de usar y tirar- son otro de los principales problemas ambientales, advierte la ONG. «Al no ser envases, los plásticos que se usan para envolver no se reciclan, por lo que acaban en vertederos o incineradoras. El cartón, que tiene una mayor tasa de reciclado y es algo más sostenible (aunque a menudo es una mezcla de ambos materiales), comienza a ser ingestionable también debido al creciente aumento de envíos online», lamenta Greenpeace.

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