Murciélagos y animales de compañía, víctimas colaterales de la COVID-19


El desarrollo económico de muchos países está haciendo que se rompa la barrera de la biodiversidad y que las personas invadan la vida silvestre, exponiéndose a estos nuevos virus 

el Mirador
Por Santiago Vega García. Catedrático en Sanidad Animal. Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia.
Decía Seneca que “Errare humanum est“, y siendo esto muy cierto, también lo es la inclinación de los humanos a echarle la culpa a los demás de nuestros errores. Muchas veces no es más que una forma de no reconocer nuestros propios errores, de no ejercer nuestra responsabilidad. El ser humano cae una y otra vez en un típico ‘error’: buscar culpables fuera de sí mismo, para cualquier problema. En este sentido, puede que la pandemia por COVID-19 empezara con un murciélago, pero fue la actividad humana la que lo dejó suelto.

El desarrollo económico de muchos países está haciendo, que se rompa la barrera de la biodiversidad, y que las personas invadan la vida silvestre, exponiéndose a estos nuevos virus. Y a pesar de ser esto un hecho incontestable, el hombre no lo asume como propio y busca responsables, ‘culpables’, de la actual situación, estas son las nuevas víctimas colaterales de esta pandemia: los murciélagos y los animales de compañía.

Si nos paramos brevemente en los primeros, el hecho de asociar en ellos el origen del virus SAR-CoV-2, ha desencadenado la tormenta perfecta: miles de murciélagos están siendo sacrificados en Perú, Indonesia, China y otros países para luchar contra la pandemia inútilmente. Cinco especies se han extinguido en islas por la acción del hombre, el 15% de las especies están amenazadas y otro 18% probablemente lo esté, aunque no haya datos para incluirlas en la lista.

“Cinco especies se han extinguido en islas por la acción del hombre y el 15% de las especies están amenazadas”

Pero nadie ha salido a dar la voz de alarma, a contar los servicios que los murciélagos prestan a los ecosistemas y a nuestra especie como polinizadores, dispersores de semillas y controladores de insectos, muchos de estos últimos vectores de otros agentes infecciosos. Los murciélagos son fundamentales para nuestro propio bienestar. Serían necesarios millones de dólares y toneladas de pesticidas para sustituir su papel controlando las plagas de los cultivos de maíz y arroz.

Imagen de un perro de terapia, dando apoyo emocional a un sanitario, agotado después de horas de estar asistiendo pacientes de COVID-19.

Las segundas víctimas de esta pandemia son nuestras mascotas. Lejos queda aquel 28 de febrero de 2020, cuando todavía nadie hablaba de la pandemia de COVID-19, más allá de unas noticias que nos llegaban de la ciudad de Wuhan, donde una enfermedad estaba produciendo un número de personas afectadas por un cuadro, ‘similar a una gripe’, pero que estaba produciendo un número inusual de muertes. Este perro que vivía en Hong Kong, fue puesto en cuarentena por dar un resultado ‘débil positivo’ al COVID-19, el perro vivía con una persona que era positiva a la infección. Desde entonces, han sido 22 los casos descritos en el mundo de animales positivos al COVID-19 que habían compartido sus vidas con personas infectadas, que por el contrario suman 46,3 millones de contagios en todo el mundo (31 de octubre de 2020). Es cierto que muchos de los infectados no tendrán mascotas en su casa, pero también lo es el desequilibrio entre los unos y los otros en cuanto al número de contagiados.

En cualquier caso, el hombre, en su línea de responsabilizar a otros de sus actos, abandonó masivamente a sus mascotas, responsabilizándolas de trasmitir la COVID-19. En China se describen casos de animales de compañía que eran lanzados al vacío desde las ventanas de las viviendas. Igualmente, en Italia y otros lugares del mundo aumentó el número de abandonos de perros.

“El hombre abandonó masivamente a sus mascotas, responsabilizándolas de trasmitir el cornonavirus”

Cuando lo único que es cierto es que nuestras mascotas, como lo hacen siempre, estuvieron a nuestro lado, dando todo su cariño y compañía a esas personas que estaban solas, a esas personas que estaban solas e infectadas, y en algunos casos tuvieron que entender, lo que para ellos era muy difícil, prácticamente imposible, algunos de sus compañeros humanos de paseo, de juegos, no volverían nunca más, y tuvieron que ser llevados a refugios para ser dados en adopción a otras familias. Ellos si han sido las víctimas colaterales de esta pandemia.

Noticia pegada en la puerta de un establecimiento de Mallorca de una declaración del autor de este artículo.

Por todo lo anterior, estoy convencido que la información es la herramienta más potente para salvar situaciones como las que hemos descrito, y que, si tiene que llegar una segunda oleada, que no se repitan ninguna de las atrocidades descritas. Pero entonces, ¿Existe riesgo de transmisión del virus SARS-CoV-2 de humanos a animales o entre animales? Lo que es claro es que la COVID‑19 se propaga por transmisión entre seres humanos. El virus de la COVID‑19 es un nuevo virus en los humanos y cuya posible fuente animal aún no ha sido confirmada.

Varios perros y felinos (gatos domésticos y tigres) han dado positivo en las pruebas de detección de la COVID-19 después de haber estado en contacto con humanos infectados. Varios leones y tigres del zoológico de Nueva York dieron positivo para el SARS-CoV-2 después de mostrar signos de enfermedad respiratoria. Los funcionarios de salud pública creen que estos felinos grandes se enfermaron por haber estado expuestos a un empleado del zoológico infectado con SARS-CoV-2. Todos estos felinos grandes se han recuperado por completo.

“Varios perros y felinos han dado positivo en las pruebas de detección de la COVID-19 después de haber estado en contacto con humanos infectados

Además, parece ser que los hurones son susceptibles a la infección. En condiciones experimentales, tanto los gatos como los hurones pueden transmitir la infección a otros animales de la misma especie. Sin embargo, no existen datos probatorios de que estos animales puedan transmitir la enfermedad al ser humano y propagar la COVID-19, esta se propaga principalmente a través de las gotículas que despide una persona infectada al toser, estornudar o hablar.

Ejemplo de los lazos de amor entre animales y personas.

También se ha descubierto recientemente la presencia del SARS-CoV-2 en visones (que están estrechamente relacionados con los hurones) en varias granjas de los Países Bajos. Los visones mostraron signos respiratorios y gastrointestinales; las granjas también registraron un incremento en la muerte de visones. Dado que algunos trabajadores de estas granjas tenían síntomas de COVID-19, es probable que los granjeros infectados fueran la fuente de infección en los visones. Algunos gatos en varias granjas de visones también desarrollaron anticuerpos para el virus, lo que sugiere que han estado expuestos al virus en algún momento. Los funcionarios de los Países Bajos están investigando la conexión entre la salud de las personas y los animales además del entorno en estas granjas de visones.

Se sigue recomendando que las personas enfermas de COVID-19 y las personas de riesgo limiten el contacto con animales de compañía y otros animales. En el manejo y cuidado de los animales, siempre se deben tomar medidas básicas de higiene, a saber: lavarse las manos después de manipular animales, su comida o sus artículos, así como evitar besarlos, dejar que nos laman o compartir comida. Los ratones, cerdos, pollos y patos no parecen infectarse o propagar la infección con base en los resultados de estos estudios.

“Se sigue recomendando que las personas enfermas de COVID-19 y las personas de riesgo limiten el contacto con animales de compañía y otros animales”

En cualquier caso, y sin olvidar todo lo anterior, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) señalaba recientemente (septiembre 2020):

“La pandemia actual de la COVID-19 se mantiene a través la transmisión de humano a humano. Varios países han informado de infecciones en animales por SARS-CoV-2. Se ha demostrado la susceptibilidad de varias especies animales a la infección por SARS-CoV-2 ya se sea de manera natural y/o por infección experimental. Importantes especies de producción (aves de corral y cerdos) parecen no ser susceptibles a la infección por SARSCoV-2. Se requieren estudios adicionales para comprender si y cómo diferentes animales pueden ser afectados por SARS-CoV-2.

La evidencia derivada de las evaluaciones de riesgo, de investigaciones epidemiológicas y de estudios experimentales no sugieren que los animales vivos o los productos de animales tengan un papel significativo en la propagación de SARS-CoV-2.”

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