Un banco de semillas interescolar serrano

3-Brotes judio majo (mayo)
La iniciativa ha unido a los escolares de diferentes centros educativos madrileños en la recuperación de las semillas de variedades locales y saberes ecológicos tradicionales

el Mirador
Por Andrea Estrella Torres. Cooperativa Germinando
Con la convicción de que los centros educativos, y sus huertos escolares, son agentes clave a la hora de desarrollar propuestas locales de adaptación y mitigación al cambio climático que estén directamente vinculadas al territorio y a las personas que lo habitan, desde Germinando y la Asociación La Troje hemos puesto en marcha dos proyectos en diferentes centros educativos en torno a la importancia de la agrobiodiversiad y la recuperación de los saberes tradicionales asociados a la misma gracias al apoyo Ministerio de Derechos Sociales y la ‘Agenda 2030’.

Durante el año 2022 hemos desarrollado el proyecto ‘Semillas por el clima: Ciencia Ciudadana Escolar para la Adaptación al Cambio Climático’ en 7 centros educativos de la Sierra madrileña que han cultivado variedades de judía tradicional aportadas por La Troje, y que han entrevistado a personas mayores de sus municipios para recuperar saberes y curiosidades sobre el clima y la agricultura. El proyecto, en el que se han reproducido más de 12 variedades de semillas y se han obtenido más de 12.000 semillas que han servido como base para el primer banco de semillas interescolar de la Sierra de Guadarrama, ha sido posible gracias a la implicación de 30 aulas de 4º, 5º y 6º de primaria y los equipos docentes de los centros participantes.

Para este 2023 vamos a seguir recuperando y poniendo en valor semillas de variedades cultivadas locales y saberes ecológicos tradicionales, imprescindibles para alcanzar la resiliencia y adaptación al cambio climático. Con el proyecto ‘Alimentando territorio: Ciencia ciudadana para recuperar sabores y saberes’ queremos ayudar a mejorar el grado de conocimiento existente sobre la agrobiodiversidad en la Sierra de Guadarrama tanto en lo relativo a las características ecológicas y productivas, así como su potencialidad culinaria y características organolépticas. Para ello se desarrollarán ensayos agronómicos y catas de evaluación con el alumnado de FP de los centros del territorio, y en los que colaborará también el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA).

Proyectos estructurados en torno al huerto escolar
Partiendo de la reflexión sobre la emergencia climática global y la necesidad de ensayar respuestas con los recursos locales, ambos proyectos giran en torno al cultivo de diferentes variedades locales de la Sierra de Guadarrama en los huertos escolares de los propios centros educativos participantes.

«Los proyectos giran en torno al cultivo de diferentes variedades locales de la Sierra de Guadarrama»

En este sentido, en ‘Semillas por el clima’ el alumnado investigó sobre cómo afecta la temperatura a las diferentes variedades cultivadas, además de entrevistar a sus mayores. En cada centro, alumnado llevó a cabo la cosecha, selección, embotado y etiquetado de las semillas producidas para su posterior intercambio con el resto de centros participantes. Aquí puede verse un resumen del proyecto.

En ‘Alimentando territorio’, continuaremos ampliando los bancos de semillas iniciados en los centros de primaria, a través de una adaptación del proyecto del libro viajero. Además, se ha ampliado la participación a centros de FP, en los que se realizarán ensayos agronómicos y producción de variedades locales. Con las variedades producidas en estos centros se realizarán catas, que permitan poner en valor las características organolépticas de estos alimentos.

4- cosecha (septiembre)

Cosecha recogida el pasado mes de septiembre en unos de los centros participantes de judías de la variedad ‘majo’ y ‘obligo de la reina’.

La importancia de crear Bancos de semillas en los centros educativos y divulgar lo aprendido
Un banco de semillas es un lugar donde se almacenan semillas para su conservación. A nivel mundial existe el Banco Mundial de Semillas de Svalbard (Noruega), en el que España ha depositado ya más de mil semillas.

Sin embargo, de cara a la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático a nivel local, es fundamental crear bancos de semillas vinculados al territorio, que recopilen la diversidad y el acervo cultural asociado al mismo. El reto, de cualquier banco de semillas, no solo es asegurar las condiciones óptimas para la conservación de las semillas, si no también mantener vivas esas semillas asegurando su reproducción a lo largo del tiempo e intercambiándolas para seguir aumentando la diversidad. Del mismo modo, es fundamental recuperar, mantener y transmitir todo el acervo cultural relacionado con esas semillas. Es por esto, que la creación de bancos de semillas escolares supone una experiencia con un importante valor, no solo a nivel educativo, sino también a nivel social y ecológico.

«Es fundamental recuperar, mantener y transmitir todo el acervo cultural relacionado con esas semillas»

Durante el desarrollo de ‘Semillas por el Clima’ se ha hecho especial énfasis en la formación y apoyo al profesorado participante, y se ha elaborado una guía didáctica a modo de del proyecto, lo que permitirá que este proyecto sea replicado en otros centros y territorios. Asimismo, el alumnado de los siete centros participantes ha elaborado una completa presentación sobre los saberes adquiridos y todas las investigaciones realizadas para poder mostrárselo a las familias y el resto de la comunidad educativa.

En el proyecto Alimentando territorio se realizarán también diferentes jornadas abiertas a toda la comunidad educativa y los municipios de los centros educativos participantes, en los que se compartirán los resultados y aprendizajes obtenidos, y se elaborará una guía didáctica que resuma el proyecto y que recoja las diferentes actividades realizadas.

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