El abandono del poblado medieval de Navalquejigo y la sombra de la especulación urbanística

Esta es la historia de un incómodo patrimonio histórico que se cae a trozos y un ayuntamiento que no hace absolutamente nada para impedirlo 

el Mirador
Por Michael Harris, vicepresidente de Entorno Escorial.
La sombra de la especulación urbanística es larga y, bajo ella, el patrimonio histórico suele durar poco. El proceso, tan lucrativo para algunos y tan desastroso para el bien común y la riqueza cultural del país, ya se vio en tierras escurialenses con el caso del Palacio de Monesterio. En plena burbuja, la finca fue comprada por la filial de un banco, cuando fue objeto de la reclasificación urbanística en dos planes generales de San Lorenzo de El Escorial.

Durante aquellos años, el palacio del siglo XVII, ya en ruinas, iba desmoronándose cada vez más, condenado a desaparecer. Por suerte, la Comunidad de Madrid rechazó aquellos disparatados planes urbanísticos. Tras años de movilizaciones y trabajo de despacho de las asociaciones, la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid obligó a los propietarios a la consolidación de las ruinas. El resultado fue la salvación de un edificio singular para las futuras generaciones.

Pintadas en la espadaña de la iglesia de Navalquejigo. Foto: Entorno Escorial.

El poblado medieval de Navalquejogo
El proceso de destrucción del patrimonio en Navalquejigo ha sido aún más rápido. Hasta los años noventa se oficiaba misa en la iglesia del siglo XIII de la Exaltación de la Santa Cruz. Sin embargo, en 1996 el Ayuntamiento de El Escorial presentó un plan urbanístico para el poblado medieval, dando el pistoletazo al proceso de abandono. Con la desaparición de campanas, pilas y tejados, la iglesia de casi 700 años de antigüedad ha quedado reducida a los muros exteriores, la fachada y la cabecera.

«Con la desaparición de campanas, pilas y tejados, la iglesia ha quedado reducida a los muros exteriores, la fachada y la cabecera»

En 1997 llegaron unas personas que ocuparon las ruinas de las casas medievales y las hicieron habitables, pero otros elementos, como el portón de la casa consistorial, han desaparecido. Otra fecha importante fue el año 2006, con la declaración del Territorio Histórico de la Gran Cerca del Felipe II, un estatus que complementó la figura de la iglesia como Bien de Interés Patrimonial y la zona como Lugar de Interés Arqueológico. Desgraciadamente esta protección no ha servido para nada ante la dejación de funciones del Ayuntamiento.

Maleza creciendo en el patio de la iglesia. Foto: Entorno Escorial.

Olvido y abandono
En mayo de 2019, varias asociaciones locales dirigieron al alcalde de El Escorial un escrito en el que le expresaron su preocupación por el estado de abandono de la iglesia. Hasta la fecha (septiembre 2020) no han recibido respuesta. En julio de 2019 dos asociaciones, ALANA y Entorno Escorial, se reunieron con funcionarios en la Dirección General de Patrimonio (DGP) de la Comunidad de Madrid que luego enviaron una inspección a Navalquejigo de los servicios técnicos. Como resultado, en agosto de 2019, desde la DGP se mandó un escrito al alcalde de El Escorial en el que le rogaba instara a los titulares de la iglesia a cumplir con el deber de conservación.

«En 1997 unas personas ocuparon las ruinas de las casas medievales y las hicieron habitables, pero otros elementos, como el portón de la casa consistorial, han desaparecido»

Así, la propiedad tenía la obligación de presentar, en el plazo de tres meses, un proyecto de rehabilitación del inmueble. Sin embargo, más de un año después, la iglesia continúa en el mismo estado de olvido y abandono, sin que se haya tomado ninguna medida, no ya de rehabilitación, sino para frenar su rápido deterioro. Además, el alcalde de El Escorial no ha respondido a dos nuevas cartas de las asociaciones sobre este tema, una enviada a principios de agosto y otra hace dos semanas.

Parte del techo de la cabecera de la iglesia se ha venido abajo. Foto: Entorno Escorial.

Es evidente que, en el caso Navalquejigo, el Ayuntamiento de El Escorial ha intentado obviar su responsabilidad, aún pudiendo incurrir en la dejación de funciones en cuanto a las obligaciones que, por ley, tienen las administraciones públicas conocedoras de actos u omisiones que deterioren el patrimonio histórico. ¿Por qué se ha permitido la destrucción de un poblado e iglesia con 700 años de antigüedad? La respuesta queda en la mentalidad dominante entre muchos de nuestros gobernantes: el cortoplacismo económico; la ignorancia, el desprecio por el patrimonio histórico y la defensa de los intereses particulares frente al bien común.