El camachuelo en la Sierra de Guadarrama

Camachuelo fotografiado en el Guadarrama segoviano. Foto: Rubén Bernal.

El autor relata el avistamiento de un camachuelo en el Guadarrama segoviano

el Mirador
Por Rubén Bernal González, director técnico de la Asociación Reforesta y jefe de proyectos de Red Montañas
El camachuelo común es un ave muy escasa en la Sierra de Guadarrama, donde aparece como invernante ocasional en numerosos puntos, desapareciendo hacia el mes de marzo y reproduciéndose tan solo en el tercio norte peninsular. Por eso fue una gran alegría ver y fotografiar a una hembra el 16 de mayo del presente año en el Guadarrama segoviano, cerca del pueblo de Siguero y de las riberas del afamado río Duratón.

Escondida en un frondoso bosque de ribera cerca de una zona de huertos, la hembra de camachuelo echó a volar mientras atravesaba a duras penas una maraña de zarzas y endrinos, desde la que pude fotografiarla perchada. Una de las amenazas para el camachuelo es la corta de setos y matorrales densos, a menudo muy poco valorados pero de gran importancia como lugar de refugio y alimentación para gran parte de nuestra fauna y para esta especie en particular.

«Escondida en un frondoso bosque de ribera cerca de una zona de huertos, la hembra de camachuelo echó a volar»

La fecha tan avanzada de la observación incita a pensar que quizás se trate de un individuo reproductor, oculto en esta comarca del Guadarrama más norteño donde la especie podría haber pasado desapercibida.

Otra vista de la hembra de camachuelo. Foto: Rubén Bernal.El hábitat es sin duda muy favorable, con una sucesión de choperas con fresnos, setos de endrinos, espinos cervales y aligustres, numerosos ciruelos y algunos manzanos y cerezos. Es bien conocida la afición de este ave por los brotes, botones florales y semillas de estas especies, que le ocasionan no pocos problemas con sus propietarios. Cerca se extienden excepcionales sabinares con numerosos ejemplares de gran porte.

De confirmarse la reproducción de esta especie en el Guadarrama, se trataría del extremo sur de sus poblaciones reproductoras, ya que su distribución se centra en el norte peninsular alcanzando las provincias de Burgos y Soria. Una sorpresa y una joya más de las innumerables que oculta la Sierra.

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