La presa del Aulencia: un patrimonio a conservar

Presa del río Aulencia. (Foto: Proyecto Verde).

Una vez limpia de lodos, volverá a ser refugio de especies emblemáticas de nuestra fauna

el Mirador
Por Carlos González-Amezúa
Concejal por Alternativa por Colmenarejo

Antes de la construcción del embalse y la ETAP de Valmayor, en 1976, la presa vieja del Aulencia posiblemente fuera el lugar próximo a la capital con mayor interés ecológico. Están citadas como especies residentes cigüeña negra, nutria, visón europeo, búho real, azor, galápago europeo, mirlo acuático, martín pescador, meloncillo, tejón e incluso se ha apuntado en alguna ocasión a la presencia ocasional de lince ibérico, pero sin confirmación. Este embalse entró en servicio en 1947 y se trata de una obra de ingeniería de estilo neo-herreriano y muy buena factura, que se conserva en buen estado.

Tramo del curso del río Aulencia.Los lodos de la ETAP, vertidos criminalmente al río durante 30 años, fueron retenidos por el dique, contaminando un pantano antes cristalino y convirtiéndolo en uno de los lugares más contaminados de la Comunidad de Madrid. A partir de 2006, gracias en buena medida a las campañas de prensa y movilización ciudadana de Proyecto Verde y Ecologistas en Acción, el vertido cesó prácticamente, terminando definitivamente tras la ampliación de la ETAP.

La lucha de nuestro colectivo siempre ha buscado la limpieza de este embalse, para recuperar su pasado esplendor y mantener una obra hidráulica gracias a la cual ya se ha consolidado un ecosistema potencialmente mucho más valioso que el que existió anteriormente. Esta realidad es muy frecuente y hay cientos de ejemplos. Hablo de obras que, en su momento, supusieron un enorme impacto ambiental, pero que pasados los años llegan a consolidar ecosistemas de enorme interés.

«La lucha de nuestro colectivo siempre ha buscado la limpieza de este embalse, para recuperar su pasado esplendor»

presa_aulenciaLa restitución del medio a su estado original (en la que se basa el argumento de la demolición) es posible y deseable en los primeros años. Pasado ese tiempo, todo va a depender de la evolución de ese ecosistema. El origen antrópico de un hábitat no es argumento válido para evaluar su interés. Ahí tenemos los pecios que se han convertido en magníficos arrecifes, o las charcas formadas en graveras, que son refugio del grupo de vertebrados más amenazados del planeta: los anfibios.

El embalse del Aulencia está a tan solo 2 kilómetros de gran pantano de Valmayor. Salvo en periodos de lluvias importantes, el caudal de este río aguas abajo procede en su totalidad de las dos EDAR de Colmenarejo y del caudal ecológico que suelta Valmayor. Por tanto, estamos ante un pantano totalmente regulado e intervenido. Hablar de restaurar a su estado original este ecosistema íntegramente humanizado no parece fruto de un conocimiento de la zona ni de una reflexión seria. Habría, entre otras cosas, que demoler también Valmayor y cerrar las depuradoras de Colmenarejo; podemos imaginar las consecuencias.

«Hablar de restaurar a su estado original este ecosistema íntegramente humanizado no parece fruto de un conocimiento de la zona»

Presa del río Aulencia. (Foto: Ecologistas en Acción).Finalmente, hemos de decir que los valores ambientales, históricos, culturales, arqueológicos… no se pueden evaluar separadamente unos de otros. En muchos casos están imbricados y suponen un conjunto cuya riqueza es mucho mayor que la de la suma de sus partes. Pretender restaurar el patrimonio ambiental a costa de destruir el patrimonio histórico –o viceversa- no parece la mejor de las soluciones. Este asunto debe servirnos a todos para hacer una profunda reflexión. Hay que escuchar a quienes llevan años trabajando en la zona. Hay que atender a criterios objetivos y científicos a la hora de elaborar propuestas.

Hay que huir del fundamentalismo corporativo y trabajar multidisciplinariamente. Y, por último, no hay que olvidar nunca que nuestros objetivos necesitan del apoyo social si queremos que dejen de ser una utopía y pasen a ser una realidad. Planteamientos como el de la demolición de la presa del Aulencia no ayudan para nada a nuestra lucha.

Carlos González-Amezúa
Concejal de Alternativa por Colmenarejo y miembro de Proyecto Verde-Ecologistas en Acción

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