Una montaña situada en la Sierra de La Cabrera, no especialmente alta, pero con muchas posibilidades
`En ruta´ Por Felipe Colorado LoboSe dice que La Pedriza es una de las zonas de montaña más originales de la Península Ibérica, con una geología y orografía solo comparable a algunos lugares emblemáticos de América. La Sierra de La Cabrera comparte esta singularidad, con las abruptas paredes graníticas del Pico de la Miel, irguiéndose cual titán sobre la autovía de Burgos, y recibiendo el justificado apelativo de Pequeño Yelmo.
AproximaciónSaldremos de la A-1 aproximadamente en el P.K. 60, en un área de servicio donde no suele faltar el aparcamiento. Desde allí podremos maravillarnos ya con la pared sur del pico, meca de los escaladores de aventura. Sin duda tendremos ocasión de disfrutar de sus aéreas acrobacias desde la cumbre.
Que nadie se engañe, la cima de nuestro objetivo tiene tan solo 1.392 metros, elevándose unos modestos 300 sobre el entorno. Aun así viste unas hechuras alpinas que nos deleitarán con sus vistas y sus rotundas formas. Incluso en invierno podríamos requerir equipo para ciertas aproximaciones más directas.
Rodeando los cortadosAun así el Pico de la Miel viste unas hechuras alpinas que nos deleitarán con sus vistas
Desde el aparcamiento nos enfrentamos a la cara Sur y vamos bordeando hacia el Este, a través de una zona residencial atravesada por un PR con su característica pintura blanquiamarilla. En realidad vamos a realizar un “medio giro” del pico, ya que deberemos bordear su falda sureste a media ladera, hasta un punto a 1106 metros, desde el cual comienza la ascensión propiamente dicha.
Travesía a cumbreLlegados a unos 1.300 metros, tras un recorrido atravesando zonas de arbustos, piornos y gramíneas, el paisaje se vuelve netamente mineral y comienza la pequeña aventura alpina.
Una cumbre de 360ºUna característica de nuestro pico es que nadie le roba las vistas. Hacia el W, de todo el magnífico cordal, hacia S y E de los pueblos que le orlan y hacia abajo, de los escaladores que se nos aproximan con ojos emocionados. La vuelta se puede realizar por el mismo lugar o se puede enlazar con la travesía de la cuerda por medio de una magnífica integral.