Segunda entrega de un total de tres en las que se recorre uno por uno los árboles singulares de San Lorenzo de El Escorial
`Gigantes´ Por César HerranzVolvemos con el Olmo de los Llanillos. Es un ejemplar muy bien formado, con la copa algo estrecha. Su cruz se forma a los 5 m. Presenta una herida de desgarro de una rama grande en el tronco. Su estado es muy bueno, posiblemente gracias a la proximidad de la fuente. Fue plantado por los capataces de la Escuela de Ingenieros de Montes, cuando ésta tenía su sede en S. Lorenzo, junto a otros ejemplares diseminados por la ladera del monte.
Fue plantado por los capataces de la Escuela de Ingenieros de Montes
Para acceder a este ejemplar, se puede hacer a pie (la senda implica una distancia bastante elevada) o en coche, pero no directamente. Se parte de la Carretera de la Presa en S. Lorenzo del Escorial. Desde ahí, en dirección al norte, se continúa por la intrincada carretera que conduce al Pto. de Malagón. Al llegar a un cruce, hay que tomar la desviación que indica hacia el citado puerto y el Arboreto de Luis Ceballos.
Continuando durante este trazado en mal estado, se pasa el arboreto y finalmente, se llega a una pronunciada curva a la derecha en la que sale un camino que conduce al antiguo vivero forestal de los Llanillos, hoy reconvertido en Centro Ambiental. A unos 200 m está el ejemplar, junto a otros pies, al lado de la fuente. Es un lugar de extraordinaria belleza.
Posee un tronco bifurcado a metro y medio del suelo. Su copa, al perder las ramas grandes del área derecha, ha quedado desvirtuada. Las heridas han sido selladas con pasta de cemento. Su porte es elegante y destaca entre el resto de ejemplares que le rodean. Para su suerte, el área de juegos infantiles ha sido desmantelado, pero aún tiene bancos y comederos bajo su copa.
Se halla circulando por la carretera a Robledo de Chavela, pasada la Casita de Arriba, se toma el desvío al Club de Golf La Herrería, y a escasos 200 m, en la entrada al club privado, a mano izquierda, ya se divisa el quejigo.
Se sitúa en el centro de los jardines del Almirante Carrero Blanco, a la salida de la Lonja del Monasterio hacia el Puerto de la Cruz Verde, algo más cercano a la carretera. Su copa es alta, no muy densa y con abundante afectación de un hongo, especialmente en verano, al follaje, dejándolo parcialmente seco. Está ligeramente inclinado por la competencia de su coetáneo, también catalogado.
Se sitúa en el centro de los jardines del Almirante Carrero Blanco, a la salida de la Lonja del Monasterio hacia el Puerto de la Cruz Verde, a tres metros del ejemplar I, al otro lado del pequeño sendero. Su copa es alta, no muy densa y con abundante afectación de un hongo, especialmente en verano, al follaje, dejándolo parcialmente seco. El fuste es recto y muy revirado (parece como si lo hubiesen retorcido). Su porte es más erecto dado que es el ejemplar dominante de los dos.
Es el ejemplar de tronco más ancho de los que hay en el parque, pero no el más destacable en cuanto a su estado y aspecto en porte. Está algo deteriorado. Su copa está muy rala con respecto a su estado en 1995, cuando se le catalogó en libro de Árboles singulares de Madrid. No goza de mucha luz, como se manifiesta en la foto, debido a que un enorme cedro tapa su exposición. Se ubica igualmente en el Parque del Almirante Carrero Blanco, a mano izquierda en la entrada, por la el Paseo de los Alamillos.
Es un ejemplar muy bello tanto en porte como presencia. Su tronco revirado le confiere un aire especial. Tiene cinco grandes brazos que se abren a escaso metro y medio del suelo. Lamentablemente, uno de ellos se perdió recientemente, en el mes de febrero del año 2010, como consecuencia del ciclón Xynthia, quedando gravemente afectado a nivel estético.
Su tronco revirado le confiere un aire especial
Presenta cicatrices de dos ramas que perdió en años anteriores debido a los azotes del viento. Por lástima, su estado es regular tendiendo a malo. Varias de sus ramas están secas y la copa está cada vez más rala. No obstante, sigue deleitando con su estallido de color rosado cada mes de mayo. Se halla a escasos metros del Almendro del Parque, en el mismo recinto vallado.