Concienciación, amigo conductor, el CO2 es peligroso

Madrid ofrecerá este año 5.600 cursos de conducción ecológica para vehículos. La Sierra de Guadarrama sufre desamparada la inundación de coches cada fin de semana

P. Esteban/. Un panal de abejas. Pero no son abejas. Son vehículos motorizados que emiten cantidades ingentes de CO2, amén de una contaminación sonora insostenible, ahogando la fauna y la flora de la Sierra de Guadarrama. Este es el terrorífico disfraz con que se viste el paisaje serrano cada fin de semana. Motivados por un urbanismo desorbitado y un turismo sin escrúpulos, Guadarrama sufre semanalmente una presión insostenible.

Para paliar las emisiones de dióxido de carbono (CO2), la Comunidad de Madrid viene poniendo en marcha un proyecto en el que ofrece -este año serán 5.600- cursos de conducción ecológica para conductores de turismos y profesionales del sector (camiones y autobuses), una iniciativa por la que, desde 2007, más de 18.000 madrileños han aprendido las técnicas necesarias para reducir tanto el consumo de combustible como las emisiones de CO2. En concreto, es posible ahorrar hasta un 15% de combustible. 

Necesidad inmediata

Esta iniciativa ha atraído el interés de varios municipios de la región y son ya más de una veintena los que la están poniendo en marcha. Bien harían muchas localidades de la Sierra de Guadarrama en implementar inmediatamente medidas como estas si no quieren acabar asfixiados por la contaminación y el ruido, si no quieren que el ecosistema que les rodea desaparezca poco a poco, si no quieren morir por las picaduras de las abejas. 

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