La verdadera economía

El comercio de piñones ha sido objeto de polemica en las últimas semanas.

El fraude amenaza la supervivencia del comercio piñonero

Opinión de El Guadarramista
Por Pablo Esteban Mata (Subdirector)
Lejos de las grandes industrias globales, de los magnates de traje, de los parqués financieros, nuestra región acoge una actividad de arraigo y tradición que no pasa por sus mejores momentos. El viejo mercado del comercio de piñones ha sido el refugio de muchos indeseables que, aprovechándose del esfuerzo ajeno, están llenando sus bolsillos a espuertas. La Administración no puede mirar hacia otro lado.

Los carroñeros tienen esa capacidad para oler los agujeros legales y el mercado piñonero adolece de demasiadas líneas delgadas y de una escasa protección institucional. Existe un mercado negro protagonizado por ruines que se dedican al robo sistemático de piñones que, contra lo que se pueda creer, tienen propietarios.

«Una actividad honrada la de la recogida de piñones de la que algunos interesados quieren sacar tajada»

Pinar de la Sierra Oeste.Muchas familias dependen de esta industria y destinan notables inversiones al aprovechamiento de los pinares piñoneros, que suelen pertenecer a los Ayuntamientos de los municipios cercanos. Los honestos mercaderes se dedican a la recogida de los piñones para luego venderlos, gran parte de ellos a Italia para la elaboración del pesto. Una actividad honrada de la que algunos interesados quieren sacar tajada.

La Sierra Oeste, epicentro piñonero
En Madrid, el principal foco de pinares piñoneros se encuentra en la Sierra Oeste, en los alrededores de Robledo de Chavela, Pelayos de la Presa, San Martín de Valdeiglesias, Cadalso de los Vidrios, Valdequemada y Cenicientos. Según informa el diario El País, el Seprona tiene abierta una investigación en esta comarca donde se han incautado 120.000 kilos de piñas robadas cuyo valor asciende a 800.000 euros, aproximadamente.

«La verdadera economía no consiste en multinacionales explotadoras de niños sin recursos ni en especuladores mezquinos»

Iglesia de la Asunción, Robledo de Chavela.La verdadera economía no consiste en multinacionales gigantes explotadoras de niños sin recursos ni en especuladores mezquinos cuyas fortunas se gestan arrasando nuestro ecosistema. Son los pequeños negocios, las familias humildes dedicadas en cuerpo y alma a sus labores, las que dignifican el comercio y la industria.

Es la parte más vulnerable, más débil y necesita de una especial protección. Ciudadanos e instituciones debemos tomar conciencia del valor que representa para nuestra economía. Desde aquí, nuestro reconocimiento y nuestra solidaridad a todos aquellos que día a día luchan contra gigantes perversos y pequeños malhechores despreciables.

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