El declive de las aves agrícolas está próximo al 20%, mientras que la población de especies urbanas se ha reducido en un 12%
Redacción/. Las poblaciones de aves de medios agrícolas como el cernícalo vulgar, el alcaudón real o el escribano triguero son uno de los indicadores de biodiversidad que considera la Agencia Europea de Estadística (Eurostat) para evaluar nuestra calidad de vida. Así, el declive en el periodo 1998-2018 es próximo al 20%, lo que implica varios millones de aves menos en este periodo y en este medio en nuestro país.
Por su parte, las poblaciones de las aves asociadas a medios urbanos también han tenido descenso en el último año, tanto las comunes como las exóticas. Especies como la golondrina común, el gorrión común, el serín verdecillo, la urraca y el vencejo común se encuentran en declive moderado mientras que el estornino pinto lo la paloma bravía están en situación estable y otras como el avión común, el colirrojo tizón, el estornino negro o el vencejo pálido han alcanzado un incremento moderado.
En general, sin contar con las aves exóticas y oportunistas, en el medio urbano el declive de las aves comunes en el periodo 1998-2018 es próximo al 12%.