2016 ha dejado cifras sin precedentes de reproducción con especies amenazadas en proyectos participados o promovidos pot la ONG
Redacción/. GREFA ha obtenido un éxito sin precedentes en este año que está a punto de terminar en los proyectos de recuperación de especies amenazadas y regeneración de la biodiversidad que promueve o en los que colabora. Buen ejemplo de ello es que durante la temporada reproductora del año que ahora acaba, han nacido y echado a volar seis buitres negros (en los Pirineos) y cinco águilas perdiceras o de Bonelli (cuatro en Mallorca y una más en la provincia de Burgos).
Estos nacimientos son fruto de la reintroducción en los últimos años de ejemplares que han logrado reproducirse en zonas con poblaciones muy precarias o incluso desaparecidas de ambas rapaces, catalogadas oficialmente en España como “Vulnerables”.
El avance de estos proyectos ha sido posible gracias a la colaboración a largo plazo de administraciones públicas, ONG de conservación, entidades especializadas y empresas. “Esta cooperación es tan decisiva para la estabilidad de los proyectos que cuesta entender que algunas comunidades autónomas aún recelen de un modelo de trabajo que beneficia tanto a la recuperación de la biodiversidad”, afirma el presidente de GREFA.
En este sentido, la cría en cautividad y las reintroducciones son estrategias muy extendidas y eficaces para la recuperación de la fauna amenazada. Además del caso del buitre negro y el águila perdicera, desde GREFA se llevan a cabo proyectos similares con otras especies como el águila real, el cernícalo vulgar, la lechuza común y el galápago europeo, lo que está permitiendo recuperar sus poblaciones en toda España e incluso en otros países europeos.