El bandolero desconocido de Soto del Real

Asalto de ladrones.

Los salteadores de la Sierra de Guadarrama fueron personajes fundamentales durante los siglos XVIII y XIX

De leyenda
Por Rosa Alonso
A poco más de 40 km de Madrid, se encuentra Soto del Real, antigua villa conocida como Chozas de la Sierra. Su emplazamiento, en la cara sur de la Sierra de Guadarrama, abarca desde el embalse de Santillana hasta la cima de La Najarra (2.119 m). Allí, junto a la parroquia de la Inmaculada Concepción, se dice que descansan los restos del bandolero Ramón Rodríguez Vicente, alias ‘El Médico’. 

Hallazgo de una historia olvidada
Peña de los Vaqueros.En varias ocasiones, hemos recordado en De leyenda a los bandoleros más relevantes de la Sierra; conocimos las peripecias de Luis Candelas, a ‘Paco el Sastre’ y su banda, y al ‘Tuerto Pirón’ y su peculiar escondite, entre otros. Sin embargo, merece la pena indagar en la historia de un salteador de caminos menos conocido: Ramón Rodríguez Vicente, cuya existencia fue recuperada por Charo Martín y su artículo publicado en La brújula de la sierra en 2011. Al no disponer de otro testimonio, analizaremos el descubrimiento de Martín en el Archivo Histórico Municipal de Soto del Real.

«En varias ocasiones, hemos recordado en De leyenda a los bandoleros más relevantes de la Sierra»

Según un documento de 1824, se habría solicitado la ayuda de un médico y un cura para socorrer a un forajido herido en la Peña de los Vaqueros, lugar destacado en Cuerda Larga por una roca de gran tamaño situada a más de 2.200 m. Desafortunadamente, al llegar al lugar no habrían podido hacer nada por él, por lo que las autoridades se habrían limitado a levantar acta de lo sucedido. Los testigos contaron que iban siguiendo a la banda desde Segovia y que estos, al ser descubiertos, habrían tratado de huir. Durante el intercambio de disparos, el protagonista de esta narración habría resultado fatalmente herido.

Sin honra no se encuentra el descanso eterno
Iglesia de la Inmaculada Concepción de Soto del Real.Antes de fallecer, Ramón Rodríguez confesó haberse escapado de la cárcel de Ocaña en Toledo, donde permanecía preso por un asalto cometido en Miraflores de la Sierra, y, como era serrano de nacimiento, había decidido dirigirse a La Pedriza. Entre los presentes trasladaron el cadáver a Chozas de la Sierra (Soto del Real) con la intención de proceder a su entierro. Al tratarse de un malhechor, el sacerdote local no lo autorizó y el cirujano tuvo que depositar el cuerpo en su consulta.

«Ramón Rodríguez confesó haberse escapado de la cárcel de Ocaña, donde permanecía preso por un asalto cometido en Miraflores»

Con el paso de las horas, el olor se hizo insoportable, por lo que el cirujano fue a suplicar una sepultura para el fallecido. El cura accedió a que se realizara, pero mediante un hoyo a los pies de la torre, alejado del altar de la iglesia y sin ningún tipo de identificación. De esta forma, Ramón Rodríguez Vicente, ‘El Médico’, se convirtió en el bandolero oculto de Soto del Real y su historia en una narración muy poco conocida.

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