Preparan un ‘reality show’ de aventuras por la Sierra, con los peligros que ello comporta para el entorno
Opinión de El Guadarramista Por Pablo Esteban Mata (Subdirector)El respeto a nuestro entorno resulta inviable sin la existencia de unos principios previos. Solidaridad, humildad, igualdad… son algunos de los valores que siembran las semillas de la sostenibilidad. También lo es la ética, ese pilar de nuestra civilización que algunos están empeñados en vaciar de significado.
Decía George Orwell que “lo importante no es mantenerse vivo sino mantenerse humano” y, habida cuenta del comportamiento de algunos, razón no le falta. Hace unos días nos levantábamos con la noticia que de la Sierra de Guadarrama va a servir de escenario para el rodaje de un ‘reality show’ de aventuras que está preparando Telemadrid. Nuestros montes tiemblan ante la llegada del ‘Gran Hermano’.
El patrimonio medioambiental no es un juego. La realidad supera a la telerrealidad y los documentales superan a los ‘reality’. La biodiversidad que encierra la Sierra de Guadarrama no es un tubo de ensayo sobre el que experimentar formatos televisivos. Su banalización puesta al servicio de intereses comerciales es un ejemplo más de la disparatada gestión de la televisión pública madrileña.
Televisión formativa«La biodiversidad que encierra la Sierra de Guadarrama no es un tubo de ensayo»
La televisión no está reñida con el respeto al medio ambiente. Se trata de una herramienta eficaz para hacer pedagogía y divulgar la riqueza de nuestra fauna y flora. Tampoco el entretenimiento tiene por qué ser ajeno a los montes, bosques y caminos que nos contemplan, si bien, la prioridad siempre debe ser el cuidado de nuestro entorno.
Y es que uno de los principales lastres con los que ha cargado desde siempre el medio ambiente en España –a diferencia de otros países– es que ha padecido un trato mediático trivial y con una manifiesta falta de seriedad. Por desgracia, algunos quieren perpetuar esa imagen de la naturaleza como elemento accesorio, casi accidental, al ser humano, cuando la realidad es precisamente la contraria.
«Nuestra Sierra, no puede ser objeto de explotación para el lucro perpetuo de unos pocos»
No corren buenos tiempos para la ética. La superficialidad ha penetrado en esferas que pertenecían al ámbito del patrimonio universal. No perdamos el norte. Nuestro entorno, nuestra Sierra, no puede ser objeto de explotación para el lucro perpetuo de unos pocos. Los espectáculos, en los escenarios. Dejemos a la naturaleza en paz. Esperemos que nuestro porvenir no tenga nada que ver con este pasaje de la obra de Orwell ‘1984’: “Si quieres hacerte una idea de cómo será el futuro, figúrate una bota aplastando un rostro humano… incesantemente”.
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