La única población de taray de Bové está amenazada por un vertido procedente del polígono industrial de Ontígola, denuncian los ecolosgitas
Redacción/. El detraimiento de caudales que son bombeados para no inundar un túnel de la vía del AVE Madrid-Toledo, está provocando que los rodales de taray de Bové que se localizan en el arroyo de Las Salinas, se queden sin el aporte de aguas salobres que necesita la especie.
Los colectivos ARBA, Asociación Ecologista del Jarama ‘El Soto’, Ecologistas en Acción, GRAMA y Jarama Vivo instan a la Confederación del Tajo a que ponga fin a estos vertidos y las administraciones madrileñas y castellano-manchegas protejan este enclave y establezcan medidas de conservación que den viabilidad a la especie.
El arroyo de Las Salinas se encuentra en el término municipal de Aranjuez, cercano a la N-IV. Es la la única mancha forestal en la Comunidad de Madrid de este árbol abundante en zonas desérticas del Norte de África. El taray de Bové habita suelos salobres en climas de aridez acusada, por lo que en la cuenca del Tajo solo existen dos poblaciones, esta de Aranjuez y otra en Borox (Toledo).
Para los ecologistas o se pone solución urgente a los vertidos y a la detracción de caudales salobres o esta importante comunidad arbórea desaparecerá. Asimismo, “es necesaria la creación de un marco normativo que proteja esta especie en ambas comunidades autónomas y que asegure su viabilidad a medio plazo”, señalan.