El Parque Nacional del Guadarrama, aún pendiente de aprobación, continúa generando dudas, también en la vertiente segoviana. En El Espinar la gestión de las administraciones está soterrando su imagen
J. Vázquez/El Espinar. La desconfianza que suscita el proyecto conservacionista entre los espinariegos está originada por la poca transparencia de las informaciones, y las constantes modificaciones a las que se ha visto sometido el estudio del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Todo esto sumado no ha hecho sino poner en entredicho la gestión de todas las administraciones implicadas.
Escasa información oficial
La amenaza de acabar con los usos tradicionales y la posible restricción del acceso a los montes, contrasta con los deseos de la población, muy sensible, tras los últimos desmanes cometidos en materia urbanística perpetrados sin ningún pudor y que han acabado con una buena parte de las zonas verdes de El Espinar.
La voz que alza la opinión pública no se está teniendo en cuenta, y mientras tanto se sigue trabajando a espaldas e informando arbitrariamente. De este modo se está produciendo un rechazo generalizado en la población espinariega, extensible incluso a otros pueblos del Guadarrama segoviano.
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