Turismo de naturaleza en unos pueblos vivos

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La gran asignatura pendiente es conseguir que la zona más despoblada de la región, la Sierra Norte, sea mucho más que un bello paisaje

Opinión de El Guadarramista
Por Jonathan Gil Muñoz (Director)
Entre el 27 y el 29 de octubre tuvo lugar en el municipio madrileño de Buitrago del Lozoya el VI Encuentro de Observación de la Naturaleza (natureWatch 2023). Un evento que, como en las anteriores ocasiones, puso el foco de atención en el turismo de observación de naturaleza y lo hizo poniendo énfasis precisamente en la riqueza natural y cultural de una comarca de la que bien podríamos decir es Buitrago una de las localidades de referencia: la Sierra Norte.

Naturaleza e historia
Esta zona de la Comunidad de Madrid, que englobaría la Sierra del Rincón, la Sierra de La Cabrera, los Montes Carpetanos y el Valle del Lozoya, mantiene un patrimonio natural enviablemente conservado, además de un magnifico catálogo de edificaciones históricas de gran interés, como, por ejemplo el Monasterio de El Paular o las murallas y el castillo de Buitrago del Lozoya. Unos atractivos a los que se une la propia Sierra de Guadarrama y el paisaje tan característico de la Sierra del Rincón.

En definitiva, esta zona (cuyos límites y extensión responden a una división puramente política), posee un gran valor turístico, algo que no descubrimos ahora pero que sí lo hacen los turistas que llegan a la Comunidad de Madrid en busca de sus encantos así como los miles y miles de madrileños cada fin de semana y fiestas de guardar. Pero detrás de ese ‘éxito’ se esconde una situación que no es para nada halagüeña y que no es otra cosa que el paulatino éxodo de población. Algo que se puso sobre la mesa en diferentes momentos durante el natureWatch 2023.

“Pero detrás de ese ‘éxito’ lo que se esconde no es otra cosa que el paulatino éxodo de población”

Paisaje de la Sierra del Rincón.

Paisaje de la Sierra del Rincón.

Un paisaje natural vivo
Si en esos pueblecitos que tanto nos encanta visitar cada vez son menos los vecinos que los habitan, y son menos aun los que se dedican a actividades que mantienen vivas sus tradiciones, terminaremos por encontrarnos con un paisaje jalonado por pequeños núcleos urbanos fantasma con casas derruidas y otras, en el mejor de los casos, cerradas a cal y canto a la espera de sus dueños o de turistas. Y más aún, al contrario de lo que se puede creer, la pérdida de los usos tradicionales también conlleva la pérdida de biodiversidad.

Es vital por tanto mantener, como se está haciendo, el paisaje, pero también las poblaciones locales. Y para ello hay que ofrecer a los habitantes potenciales, además de la posibilidad de ganarse la vida (y no sólo en el sector servicios), el acceso a unos servicios públicos básicos y una movilidad sostenible. En este sentido, es muy vergonzoso observar que, si no se dispone de coche  privado, se emplean horas y horas para desplazarse de un pueblo como Buitrago del Lozoya a otro como Rascafría, y no digamos si hablamos de localidades mucho más pequeñas.

Promoción con control
Es verdad que el turismo de naturaleza puede representar una gran oportunidad, pero antes de eso, para que verdaderamente haya personas que apuesten por ello, es obligatorio que haya un mínimo, que se garanticen las cosas más básicas. Si se pueden proveer y se fomenta la creación de empresas en este sector (con beneficios fiscales, por ejemplo), se estarán poniendo los cimientos de una sociedad que además de crear riqueza y empleo, inculcará en los visitantes la necesidad de defender la naturaleza.

“El turismo de naturaleza puede representar una gran oportunidad, pero antes de eso es obligatorio que se garanticen las cosas más básicas”

Hayedo de Montejo, en el corazón de la Sierra del Rincón.

Hayedo de Montejo, en el corazón de la Sierra del Rincón.

Hacen falta por tanto más espacios de encuentro y debate como natureWatch, que aporten una imagen realista desde el punto de vista ‘ecosocioeconómico’ de las comarcas en las que podemos dividir la Comunidad de Madrid. Y también se echa en falta que sean más los foros, como es el caso, que apuesten por la promoción del una comarca pero incluyendo en la ecuación el control del número de visitantes, algo que en nuestra región se nos ha ido de las manos.

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