Los enclaves microgranulares están presentes en formaciones de granito como las que dieron lugar al Sistema Central
Redacción/. Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han comprobado científicamente que los enclaves microgranulares, glóbulos oscuros incluidos en el granito cuyo origen era controvertido, forman parte del magma a partir del que se origina esta roca ígnea.
Tras la colisión entre dos placas tectónicas se producen grandes aportaciones de magma a la corteza terrestre que terminan convirtiéndose en formaciones como los batolitos, grandes cámaras magmáticas compuestas principalmente de granito. Dentro de las rocas graníticas se encuentran estos enclaves que, además de poder observarse en multitud de construcciones hechas con este material, aportan nueva información para comprender cómo se han formado las grandes cordilleras graníticas como el Sistema Central.
Los enclaves microgranulares forman parte del granito pero muestran una estructura diferente de éste. En esta investigación, publicada recientemente en la prestigiosa revista Geology, han establecido su relación de parentesco magmático con el granito. “Hasta ahora, se pensaba que esos enclaves oscuros procedían de otro magma distinto y que no tenían relación con la generación de los granitos que forman los grandes batolitos. En este trabajo, por medio de criterios geoquímicos, hemos podido establecer las relaciones entre el granito y los enclaves. De modo que concluimos que los enclaves están formados por lo que llamamos magma parental o que da origen al granito”, aclara el investigador del MNCN Daniel Gómez-Frutos.