Marcaje oloroso vs. auditivo

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En esta ocasión profundizamos en lo que representa para reino animal la comunicación olorosa

Naturaleza al descubierto
Jorge Ortiz, EIMA Escuela de Medio Ambiente y Alicia Page, bióloga
Aunque a los humanos nos cueste creerlo, en el mundo de los mamíferos el olfato ha logrado superar a cualquier otro canal de comunicación. Es energéticamente barato, puede transmitirse a largas distancias, atraviesa barreras, no desvela la posición de su autor a predadores o presas y su persistencia en a lo largo de tiempo es increíblemente alta.

Todo esto, unido a la facilidad de emisión de información importante como el rango social o el ciclo reproductivo, convierten a la comunicación olfativa en un modo de emisión y recepción de mensajes sublime para especies escasas y bien armadas como los mamíferos carnívoros (Carnivora), donde un encuentro podría suponer la muerte de ambos. O especies de hábitos subterráneos y mala vista como los conejos (Oryctolagus cuniculus) o los topillos (Cricetidae).

Pero a pesar de todo, la comunicación olfativa tiene sus grandes desventajas pues no es inmediata ni tampoco permite la modificación de los mensajes una vez emitidos. Por ello es frecuente que los grupos de especies extremadamente sociales como las aves o los primates se especialicen en el uso de otros canales más “óptimos” para el cara a cara como el visual o el auditivo.

La comunicación auditiva
Mientras que los mamíferos suelen ser bastante silenciosos, las aves han decidido apostarlo todo por la comunicación auditiva pues les permite enviar mensajes a largas distancias de forma extraordinariamente rápida y modificar las comunicaciones según sus necesidades vayan variando.

Por otra parte, la comunicación acústica también presenta serios problemas. Su persistencia en el tiempo es prácticamente nula, aunque esto puede solucionarse cantando más durante periodos más largos, y su coste energético es realmente alto .Para solucionar este último problema las aves han creado un órgano encargado únicamente del canto, la siringe.

«Mientras que los mamíferos suelen ser bastante silenciosos, las aves han decidido apostarlo todo por la comunicación auditiva»

Este extraño miembro encargado de la emisión de sonidos se extiende desde parte inferior de la tráquea hasta el comienzo de los bronquios. Se encuentra compuesto por diferentes discos de cartílago en distinto grado de osificación, así como de músculos encargados del control de cada uno de ellos. De este modo, las aves son capaces de sintetizar sonidos graves en el área de la siringe conectada con el pulmón izquierdo y agudos en el área enlazada al derecho (o viceversa) y mezclarlos en el área de la tráquea formando elaborados trinos.

Siringe

Siringe de un ave cantora, obsérvese el diferente grado de osificación de los discos para facilitar la modulación del sonido.

Aunque la siringe está presente en ambos sexos, este comportamiento suele llevarse a cabo únicamente por machos, pues es la testosterona la que se encarga de regularlo. En el caso de las hembras, simplemente prefieren callar pues distintos estudios muestran que ante un incremento artificial de esta hormona las hembras también comienzan a cantar.

Resulta curioso que el canto se encuentre regulado por la testosterona, la misma hormona que regula el marcaje olfativo de los mamíferos. Parece ser que, aunque utilicen canales de comunicación completamente diferentes ambos grupos responden de la misma forma al incremento de testosterona, enviando mayor número de mensajes y aumentando la complejidad de estos. El significado del marcaje oloroso ya lo comentamos en artículos anteriores de este mismo diario digital y el significado de las comunicaciones auditivas de las aves lo trataremos en un próximo artículo.

¿Qué mensajes envían las aves?
Según las necesidades que posean en cada momento, las aves emitirán diferentes notas. Para volar en grupo son muy útiles las llamadas de contacto que evitan la perdida de cualquier integrante del grupo sirviendo como una ‘guía acústica’ que indica la dirección, un ejemplo es el típico ‘prri-prri-prri’ de los abejarucos o el ‘prruu-fuuu, prruu-fuuu’ de las grullas.

«Según las necesidades que posean en cada momento, las aves emitirán diferentes notas«

Ante la presencia de un predador, alguna aves emiten sonidos de alarma avisando al resto de especies de su presencia mientras lo siguen de un lado a otro, este comportamiento recibe el nombre de «mobbing» y es fácil de ver cerca de colonias felinas donde las urracas persiguen a gatos mientras gritan ‘ka–ka–ka–ka–ka!!!!!!!!!’.

Si quieren comunicar otro tipo de mensajes, las aves recurren a cantos más complejos que pueden dividirse en reclamos de contacto, simples y con funciones variadas, o cantos. Este último es mucho más complejo que cualquiera de los anteriores pues es utilizado para expulsar competidores y ligar, permitiendo al animal mostrar en solamente unos trinos su fuerza, inteligencia y salud.

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