Búho chico, alas sigilosas


Especie abundante en Europa, es típica de las zonas boscosas del Viejo Continente 

Especiario
Por Diego Gil Muñoz
En nuestro país, el búho chico está ampliamente distribuido, presente incluso en las islas Canarias y Baleares. De hábitos nocturnos, pasa el día oculto entre las ramas de grandes árboles, generalmente coníferas. Es una especie sedentaria aunque las poblaciones del norte peninsular podrían migrar al sur del país, incluso al norte de África, para pasar el invierno.

Búho chico. Foto: J.M. Álvarez Navarro.

Descripción
Tiene una envergadura que puede llegar a los 98 cm y una longitud de hasta 37 cm. Su aspecto es estilizado, parecido al búho real aunque más pequeño. Sus ojos son grandes y naranjas, en la cabeza sobresalen dos mechones largos que parecen dos grandes orejas. El plumaje es pardo oscuro con mechones de color marrón.

Hábitat
Si bien está íntimamente ligado a las zonas boscosas, para cazar prefiere áreas más despejadas con árboles dispersos. Tiene predilección por los pinares, incluso los de repoblación, de los que es uno de sus primeros colonizadores. Hay ocasiones en las que se interna en las ciudades y pueblos, ocupando parques y jardines.

Alimentación
Su alimentación es carnívora y con una gama de presas muy amplia. Caza desde pequeños pajarillos hasta gazapos. La base de su dieta la forman los roedores, dando también buena cuenta de topillos, ratas y ratones de campo. También se alimenta de reptiles y anfibios y ocasionalmente también de insectos.

Búho chico: Foto: Sascha Rösner.

Reproducción
Suele tener lugar en febrero. El cortejo es muy vistoso y consiste en vuelos acrobáticos donde machos y hembras chocan sus alas. La puesta tiene lugar de marzo a junio y consta de cinco huevos, a veces seis. La hembra los incuba durante 25 días mientras es alimentada por el macho todo este tiempo. Los pollos vuelan a los 20 días de vida y a los dos meses ya empiezan a cazar solos.

Curiosidades
El búho chico no destaca por ser un gran constructor de nidos, es más, prefiere usar los que dejan abandonados cuervos o urracas, incluso cría en huecos de árboles usados por ardillas. Otro dato curioso es que sorprende a sus presas gracias a su notable visión nocturna y a su ágil vuelo. Es tan sigiloso volando que puede hacerlo entre el follaje sin hacer el menor ruido y así coger por sorpresas a sus víctimas.

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