La colección del Real Jardín Botánico de Madrid se enriquece con cuatro dragos

Tres de los cuatro ejemplares se han plantado en distintas zonas del Jardín y el cuarto se conservará en su invernadero de trabajo 

Redacción/. La colección de árboles del Real Jardín Botánico (RJB-CSIC) se ha visto enriquecida  con cuatro dragos canarios que han sido donados por los ciudadanos Rafael Martín y Carmen Romero que los conservaban en su casa de Jerez de la Frontera, en Cádiz. La donación de estos cuatro ejemplares ha sido posible gracias a la gestión del hasta ahora vicedirector de Arbolado y Jardinería del RJB-CSIC, Ramón Morales, quien personalmente supervisaba hace unos  días su traslado al Jardín Botánico.

Los cuatro dragos se encontraban en perfecto estado, se calcula que la edad de cada uno de ellos es de unos 20 años y proceden de las semillas de uno de mayor tamaño y antigüedad que se encuentra en la finca San Fermín en La Jara de Sanlúcar de Barrameda. Tres de ellos han sido plantados en otras tantas zonas del Jardín  Botánico y el cuarto se conservará en el invernadero de trabajo del  RJB. Durante los dos primeros inviernos de su plantación, dado que se encuentra en el exterior del Jardín, se les protegerá de las bajas temperaturas.

El Real Jardín Botánico ya exhibe un drago en el Invernadero Santiago  Castroviejo, en la zona subtropical, próximo a cumplir los cuarenta años de antigüedad. Fue el viajero alemán Jerónimo Münzer quien dio por primera vez la noticia de la existencia del drago de Lisboa en 1495. Ochenta años más tarde, en 1576, Clusio lo describió y representó en su obra. Su hábitat natural es Madeira, Canarias, Cabo Verde y el sur de Marruecos en el Antiatlas. Florece cada 10 años y entonces ramifica.

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