Su uso provoca la desaparición de aves insectívoras, reptiles y anfibios, además de contaminar el suelo, el agua y el aire
Redacción/. Ante las quejas vecinales por la presencia de moscas y mosquitos, ayuntamientos de las cuencas de los ríos Henares y Jarama, fumigan con insecticidas las calles, etc. Ante esta situación, ARBA, la Asociación Ecologista del Jarama ‘El Soto’, Ecologistas en Acción, el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA) y Jarama Vivo consideran que la Administración regional debería abordar una serie de intervenciones preventivas.
Éstas, consistirían en elaborar un plan de recuperación de las especies insectívoras, especialmente en los bosques de ribera; que el Canal de Isabel II provoque crecidas anuales controladas en los ríos Jarama y Henares, que regeneren los cauces y arrastre la vegetación acuática en la que prosperan las larvas de algunas especies invasoras y que la Comunidad y la Confederación Hidrográfica del Tajo ayuden a corregir las malas prácticas agrícolas y el riego por inundación.
Además, las organizaciones reclaman la elaboración de un plan comarcal de prevención, control y erradicación de las especies invasoras que están apareciendo. Por ora parte, para las ONG “los ayuntamientos tienen también la importante función de informar rigurosamente a sus vecinos y vecinas para que las molestias de los mosquitos no se conviertan en bulos y alarmas infundadas“.