El Alcázar de Buitrago del Lozoya, hogar de personajes legendarios

Buitrago del Lozoya.
Las paredes de iglesias, conventos y palacios serranos guardan magníficas leyendas que no se perderán con el tiempo 

De leyenda
Por Rosa Alonso
Este palacio fortificado del siglo XV, situado al pie de la Sierra de Guadarrama, acogió entre sus muros a varios personajes fundamentales de la Historia de España que, como suele suceder, entremezclan su vida con hechos reales y sucesos legendarios. Con siete torres diferentes, un patio central y un foso como elementos fundamentales, sus paredes han servido de guardianes de vivencias y múltiples secretos. En la última sección del año 2018, descubriremos algunos de ellos.

Juan II de Castilla.

Juan II de Castilla, un invitado muy particular
Se dice que el rey Juan II de Castilla, rondando ya la treintena, mantenía una estrecha amistad con Álvaro de Luna, noble castellano; e Íñigo López de Mendoza, primer marqués de Santillana, entre otros títulos nobiliarios. Ambos eran conocidos por ser hombres instruidos, así como por sus recursos económicos, dos aspectos que habrían atraído poderosamente al monarca. En el caso de Álvaro de Luna, la tradición popular incluye también un hechizo como herramienta empleada para lograr tan rápido aprecio. Sea como fuere, este triángulo amistoso no acabaría bien para Álvaro de Luna, pero esa es otra batalla que narrar.

Juan II de Castilla mantenía una estrecha amistad con Álvaro de Luna, noble castellano; e Íñigo López de Mendoza

Situándonos en 1435, el monarca habría aceptado la invitación a visitar el palacio del marqués en Buitrago del Lozoya, permaneciendo allí, junto a gran parte de su corte, desde el mes de julio hasta noviembre -coincidiendo el inicio con la festividad de Santiago y la marcha con Todos los Santos-. Durante esos más de tres meses, las fiestas se habrían celebrado de forma continuada, siendo tildadas de ‘juegos florales’ que en la versión más cercana a nuestros tiempos conocemos como concursos poéticos con una flor como premio, pero que si nos acogemos textualmente a la tradición romana, relacionaremos con competiciones y festejos de otro tipo.

Muralla del alcázar de Buitrago del Lozoya.

Las dos Juanas encuentran refugio
Poco más de treinta años después, el rey Enrique IV, acusado por sus detractores de ser impotente y homosexual, pidió al señor del castillo -el segundo marqués de Santillana, Diego Hurtado de Mendoza- que protegiera dentro de la fortaleza a su hija Juana, llamada ‘la Beltraneja’, nacida de su matrimonio en segundas nupcias con su prima, Juana de Portugal. El rey sospechaba que grupos contrarios a su reinado tramaban el secuestro de la niña que, en ese momento, tan solo contaba con cinco años de edad.

Juana de Portugal.

Allí, entre paredes de cal, ladrillo y piedra, la joven infanta pasaría gran parte de su niñez, aunque dicen que no estaría alejada de su familia por mucho tiempo. Parece que su madre, Juana de Portugal, llegaría unos años más tarde, estando ya embarazada de Pedro de Castilla y Fonseca; cuentan las fábulas que Juana se habría salvado milagrosamente de su caída al foso del castillo de Alaejos, lugar donde se encontraba anteriormente retenida. La reina tuvo que permanecer oculta para salvar su ‘secreto’, lo que, sumado a las preocupaciones políticas por la sucesión de Enrique IV, la acabarían convirtiendo en una reina triste.

El rey sospechaba que grupos contrarios a su reinado tramaban el secuestro de Juana ‘la Beltraneja’

Desde entonces y hasta ahora
Ya en el siglo XVII, Felipe III se habría convertido en el último monarca en pasar unos días en el Castillo de Buitrago del Lozoya; en su época, habría disfrutado de la caza y la pesca como entretenimientos principales. Después, los testimonios que se conservan nos hablan de los daños y la destrucción sufridos durante la Guerra de la Independencia (noviembre de 1808) y la Guerra Civil Española.

Es anterior a la última contienda, en 1931, cuando el Alcázar se incorpora al catálogo de Monumentos Nacionales y en 1993 cuando se declara Conjunto Histórico y Bien de Interés Cultural (BIC). Sin embargo, poco quedaba de su estado original. Actualmente, se están realizando obras de mejora en su interior, por lo que se espera que pronto recupere parte de su esplendor anterior y pueda volver a ser visitado. Esperamos con ansia que llegue el momento en el que imaginar a los legendarios monarcas habitando entre sus muros.

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