La construcción (legendaria) del Acueducto de Segovia

La construcción (legendaria) del Acueducto de Segovia.

Todas las edificaciones monumentales de la Sierra guardan su propia leyenda en honor a su magnificencia

De leyenda
Por Rosa Alonso

Sílaba a silaba, los escritores dan vida a las historias nacidas en sus mentes, al igual que nota a nota se componen las melodías más perfectas. Así, piedra a piedra, se erigió la construcción que es símbolo de Segovia por encima de las demás: su Acueducto. Emplazado actualmente en pleno centro de la ciudad, sus amplios vanos son ojos que observan la Sierra de Guadarrama, dejando traspasar su belleza sin velo ninguno.

De origen romano, su construcción se sitúa entre los siglos I y II, ya que la falta de cualquier tipo de inscripción impide datar su fecha real. Hecho con sillares de granito asentados, sin argamasa entre ellos, se sabe que sus tres arcos de mayor altura sostuvieron una cartela de bronce con la fecha y el nombre del constructor. Igualmente, los vanos a cada lado del canal, estaban ocupados por figuras hoy perdidas.

El camino del agua hasta Segovia

Caz del Acueducto de Segovia. (Foto Tenada del Monte).Unos 17 km separan el inicio del recorrido del agua desde el manantial de La Acebeda hasta llegar a la ciudad a través del acueducto. Antes de que existiera, debemos imaginar lo que suponía recorrer el camino desde la ciudad hasta el manantial y el necesario regreso con la carga. No es difícil sentir el cansancio que supondría tal tarea representada todos los días y bajo cualquier condición climatológica del año. Pues bien, este desaliento es la idea sobre la que gira la leyenda de la construcción de este canal que, aunque con diversas variantes, tiene al diablo y a una niña por protagonistas.

El desaliento es la idea sobre la que gira la leyenda de la construcción de este canal

Así fuera la hija del sacristán de Segovia o una simple criada, la tradición recuerda que la pequeña era la encargada de recoger el agua de la montaña. Se cuenta que, bajando con su cántaro lleno un atardecer, suspiró y exclamó que daría cualquier cosa por no tener que regresar al día siguiente. Sin previo aviso, un caballero salió a su encuentro y pregunto a la chiquilla si estaría dispuesta a entregar su alma a cambio de ver su deseo concedido en una noche. La pequeña, sin dar valor a este intercambio, respondió afirmativamente. Sin saberlo, acababa de hacer un trato con el mismo Satanás.

La última piedra salva a la pequeña

Supuesto hueco que la leyenda afirma fue lo que le restó al Diablo para terminar el Acueducto.El diablo, con ayuda de sus ayudantes, inició la construcción del acueducto trasladando bloques de piedra desde las montañas. Trabajó sin descanso en la oscuridad, seguro de terminar antes de la salida del sol. La niña, muy arrepentida, imploró toda la noche en busca de un milagro que la salvara. Cuando el diablo portaba la última piedra, escuchó el canto del gallo que anunciaba la salida del primer rayo de sol, perdiendo así su pacto sellado.

Unas versiones cuentan que el diablo, ofuscado, regresó al inframundo esperando otra oportunidad; otras que el primer haz de luz lo transformó en piedra cuando se encontraba en el camino de las Eras de regreso, dando lugar a la formación que es conocida como ‘Carro del Diablo’.

El diablo, ofuscado, regresó al inframundo esperando otra oportunidad

Carro del Diablo.Si esta historia es cierta, debería existir un hueco en alguna parte del Acueducto de Segovia. Se dice que el vano en el que se encuentra la Virgen de la Fuencisla es el lugar en el que debería ir la piedra que falta. Sin embargo, esta oquedad tiene una homóloga en el otro lado de la construcción con otra figura gemela. Bueno, quizá el diablo no perdió por una piedra, sino por dos, al igual que el Carro del Diablo está formado por dos rocas diferenciadas. Quién sabe.

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