Se trata de un espacio natural, un balcón desde la Sierra de Guadarrama que muestra un estado de abandono total
M. Boj y M. Carneros/. Son muchos los lugares emblemáticos de la Sierra madrileña que a lo largo del tiempo se han visto deteriorados por una completa falta de civismo de sus visitantes. La Cobañera, en Collado Mediano, es uno de ellos. Situada al pie de la Sierra del Castillo de Collado Mediano, es un monumento natural formado por tres berrocales rocosos de gran vistosidad. Se trata de un monumento que ha pasado a formar parte del escudo de este municipio.
Cada vez son más frecuentes las visitas a La Cobañera para hacer botellón, hacer hogueras y pintadas en el interior de todas las rocas del entorno de la misma, e incluso para destruir el mobiliario público instalado hace unos años por la Escuela Taller de Collado Mediano –tales como papeleras o bancos-. En definitiva, se ha convertido en una práctica habitual que La Cobañera sea el lugar de reunión de muchos que deciden acudir allí para hacer actividades que conllevan no solo el deterioro de este lugar tan emblemático sino también un gran daño medioambiental a largo plazo.
Es elegido como lugar donde realizar actividades que conllevan no solo el deterioro de este lugar tan emblemático
A pesar de ello, parece que la pasividad se ha adueñado de Collado Medianos, ya que no hay ninguna preocupación aparente por cuidar y preservar dicho enclave natural y sus alrededores, que desde hace años se encuentran descuidados y tremendamente deteriorados. Prueba de ello son, además de los muchos “graffitis” que hay, los restos de un colchón putrefacto y de una silla de madera desperdigados por la ladera del mirador, de los incontables envases de plástico, latas, papeles, bolsas y colillas de cigarros, sin olvidar las botellas de cristal rotas en cualquier esquina o entre las piedras. Como agravante, hay únicamente una sola papelera en toda la zona, que además está a rebosar de basura, como si no se hubiese recogido en mucho tiempo.
Es más que evidente la sensación de descuido y la sucia imagen que se está dando de este emblemático monumento a todos aquellos que lo visitan y desean disfrutar de la naturaleza y de los muchos encantos de la Sierra.
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