Las dos caras de Ramos de Armas

El nuevo responsable de Medio Ambiente despierta muchas críticas y pocos elogios entre los ecologistas

P. Esteban/. Tal y como dice el famoso refrán: “que hablen de uno, aunque sea mal”. El nuevo secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas ha suscitado opiniones de lo más diverso en el espectro de la ecología. Eso sí, las voces críticas se imponen por amplia mayoría. Desde Ecologistas en Acción (EA), por ejemplo, aseguran que “deja una estela de desprotección y desregulación de la naturaleza en la Comunidad de Madrid”.

Por el contrario, para el experto Antonio Sáenz de Miera, el nuevo responsable del ramo es “un amigo del Guadarrama”.  Lo cierto es que los precedentes en nuestra región –ha sido viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio– no son nada halagüeños. Ha sido el principal impulsor del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN), con la polémica sobre “la unión de las estaciones de esquí de Navacerrada y Valdesquí y la rebaja en la protección de lugares emblemáticos como Peñalara y la Pedriza de Manzanares”, indica EA.

Es el impulsor de un PORN que contempla la unión de las estaciones de esquí de Navacerrada y Valdesquí

No obstante, la asociación espera que, “al dejar de depender del Gobierno de la Comunidad de Madrid dé un giro importante hacia posiciones más sostenibles, y tenga más en cuenta a las organizaciones ecologistas”.

Exageradas alabanzas                                                                                                                Pero no todo han sido críticas al pasado de Ramos de Armas desde el “mundo verde”. Antonio Sáenz de Miera le califica como un hombre “que sabe lo que se trae entre manos, y que ha puesto música a la letra del Plan de Ordenación que había escrito para el Guadarrama Eduardo Martínez de Pisón”. Son unos parabienes que se antojan excesivos teniendo en cuenta el balance de su trayectoria en Madrid.

No son precisamente palmeros lo que necesita la protección del medio ambiente. “Daba la cara, aguantaba los envites y los Aurrulaques y tenía sentido del humor”, le describe Sáenz De Miera. Todos los atributos necesarios, vamos.

PIE de FOTO: Federico Ramos de Armas toma posesión de su cargo como secretario de Estado de Medio Ambiente. (Fuente: MARM).