RedMontañas y el biólogo Lorenzo Martín desarrollan un programa para la recuperación de estos animales
P. Esteban/. RedMontañas y el prestigioso biólogo Lorenzo Martín Peña están desarrollando un proyecto mediante el cual tratan de recuperar los anfibios a través de la promoción y conservación de charcas de agua. El pasado mes de octubre crearon una primera zona de refugios acuáticos para estos animales en la Ermita de Soto del Real, mientras que este fin de semana pondrán en marcha el segundo, situado en el Hueco de San Blas, en Manzanares el Real. Esta iniciativa cuenta con una inversión inicial de cerca de 3.700 euros aportados por una empresa californiana denominada Patagonia, así como con la colaboración del Centro de Educación Ambiental de Manzanares el Real. “Lorenzo Martín trabajaba en el Proyecto Sapo S.O.S. para la conservación de anfibios en el sureste de la Comunidad de Madrid, pero con los recortes se quedaron sin dinero. A nosotros nos gustaba su forma de trabajar y decidimos apadrinar su iniciativa”, explica Rosa Fernández-Arroyo, presidenta de RedMontañas.
Colonización natural
El proceso de recuperación comienza con la excavación en lugares estratégicos para que, con las lluvias se llenen de agua. “La colonización es totalmente natural, nosotros no ponemos los sapos y las ranas, van ellos solos”, aclara Rosa. A continuación, los colaboradores y socios de RedMontañas alisan el suelo de la charca y fabrican refugios subacuáticos. Todo ello, aderezado con interesantes talleres de identificación de anfibios impartidos por el investigador Lorenzo Martín.
Asimismo, el proyecto incluye la plantación de arbustos y la instalación de vallas alrededor de la charca, en lo que supone “la actividad de mayor coste”, según Fernández-Arroyo. El objetivo de esta cerca es impedir la entrada de vacas o motos que puedan causar daños a los animales. La asociación contempla también el establecimiento de carteles que anuncien la existencia de las charcas con anfibios y que informen a los ciudadanos de sus características. Se trata, en definitiva, de una iniciativa totalmente desinteresada y con ánimo de “visibilizar” la recuperación y conservación de estos seres vivos.
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