2011, un reto

`el Mirador´
Por ARBA
www.arba-s.org

Este año 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas, lo ha declarado Año Internacional de los Bosques.  Con este fin se promoverá la acción internacional en pos de la ordenación sostenible, la conservación y el desarrollo “de todo tipo de bosques”, incluidos los árboles fuera de ellos.

Arba, organización que viene luchando desde hace años por la defensa y recuperación de los bosques autóctonos, durante éste Año Internacional de los Bosques, desarrollará su trabajo en dar a conocer la diferencia entre bosque y cultivo forestal, ya que no se pueden meter los dos conceptos en el mismo saco como viene haciendo la ONU, la FAO y otros organismos oficiales y empresariales, tanto  en el ámbito internacional como estatal.

Las diferencias entre bosque y cultivo forestal

Un bosque es un ecosistema natural complejo, dominado por especies arbóreas autóctonas locales y su vegetación acompañante, animales, hongos y microorganismos del suelo. Todos estos elementos establecen entre sí interrelaciones perdurables en el tiempo,  autoabasteciéndose sin necesidad de la intervención del ser humano

Un cultivo forestal, que es una plantación de especies vegetales de interés comercial, alineadas, de la misma edad y por regla general alóctonas de la zona, ya que se encuentran fuera de su área geográfica natural. Lo que la FAO gusta en llamar “bosques plantados”.

Esta diferencia es importantísima, plantear, como intencionadamente se viene haciendo, de que un cultivo forestal es igual o más importante que un bosque,  tan sólo sirve a los intereses de las empresas forestales, madereras,  del papel o productoras de aceite de palma, que están deforestando grandes extensiones de bosques autóctonos en todo el mundo para imponer sus cultivos.

Lo cultivos forestales ganan espacio

La destrucción de los bosques y selvas y la sustitución de estos por plantaciones de cultivos forestales, que en la actualidad  ocupan cerca de 270 millones de hectáreas, y que para el año 2030 se incrementarán a 1.157  millones de hectáreas, está generando un amplio movimiento de protesta a nivel mundial, uniendo a través de World Rainforest Movement (Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales) a comunidades campesinas, indígenas, ecologistas y organizaciones sociales de todo tipo.

España no se libra de estos planes. Si entre 1940 y 1994  se repobló 2,9 millones de hectáreas con pinos y 450.000 hectáreas con eucaliptos, con el actual Plan Forestal Nacional, que termina en el año 2032, se pretende  que esta superficie se incremente en 38.000 km2, es decir la superficie de Salamanca, Zamora y casi León juntas.

Un año con un obejtivo claro

El Año Internacional de los Bosques ha de ser un año de trabajo y lucha, de desenmascaramiento y aclaración, con el objeto de cambiar las bases en las que se asienta las grandes corporaciones forestales, de la madera y el papel. Un año en el que hay que dar a conocer lo imprescindible, para la vida en el planeta y sus gentes, que son los bosques autóctonos, la importancia de su regeneración natural, y la necesidad de preservarlos y aumentarlos. Para ello es necesario  la implicación de la sociedad.

Esto es todo un reto, que en la medida de nuestras posibilidades, conocimientos y medios trataremos de cumplir.

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