A la gresca con el Valle de los Caídos

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica considera un hecho lamentable que el Valle de los Caídos continúe siendo un lugar de exaltación franquista

J. Flores/. La muestra más evidente del egocentrismo de Francisco Franco probablemente sea su propio mausoleo, el Valle de los Caídos. Es por ello que desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) han solicitado al Gobierno, ya no sólo la extracción de los restos del dictador y de José Antonio Primo de Rivera, sino el propio cambio en la funcionalidad del monumento.

Para la ARMH es una falta de respeto que las “víctimas de la dictadura franquista” tengan que pagar con sus impuestos el mantenimiento de la tumba de Franco, lo cual han tachado como “lamentable”. Según han explicado desde la asociación, el dictador “no merece que una democracia sostenga el mausoleo” donde se encuentran sus huesos.

Demócratas contra el franquismo

El Valle de los Caídos, construido entre 1940 y 1958 principalmente por los presos políticos contrarios a Franco, es uno de los monumentos serranos más importantes, tanto histórica como moralmente. Por esta misma razón, desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica han solicitado que  el mausoleo honre a “los miles de hombres que lo construyeron y a los demócratas que se opusieron a la toma del poder por la fuerza”.

Franco mandó construir para “(…)perpetuar la memoria de los caídos de nuestra gloriosa Cruzada (…)” según el propio decreto fundacional franquista de 1940. Sin embargo, en la actualidad parece que dicho objetivo es obsoleto y anacrónico. El Gobierno y los jueces deberán ser los que den o quiten la razón a la ARMH.