Golondrinas, aviones y vencejos regresan ya a la península Ibérica tras pasar el invierno en África

Vencejo común. Autor: Javier Milla
Los lugares de invernada y sus rutas migratorias no están exentas de amenazas como la desecación de humedales o la disminución de insectos a escala mundial, un recurso fundamental para estas aves insectívoras

Redacción/. Durante el mes de marzo la mayoría de las aves migratorias que llegan a la península ibérica están en pleno viaje migratorio. Van llegando poco a poco a sus zonas de reproducción con diferentes fechas de aparición o fenología. Gracias a los diferentes programas de seguimiento de estas aves que desarrolla SEO/BirdLife, como Aves y Clima, eBird y Migra, podemos conocer con detalle estos movimientos y sus rutas migratorias a lo largo del año.

La golondrina común y el avión común ya está presente en amplias zonas de España, aunque existe una pequeña población en invierno que se concentra en el suroeste peninsular y en las zonas más cálidas de la costa mediterránea. Análisis recientemente elaborados con el programa Aves y Clima de SEO/BirdLife muestran un freno en el adelanto de la golondrina común en las últimas décadas, no se percibe un adelanto en la llegada de esta especie como se registró en las últimas décadas del siglo pasado.

Golondrina común. Autor: Shutterstock

Golondrina común. Autor: Shutterstock

El vencejo común, por el contrario, muestra una llegada más tardía y aunque también hay observaciones esporádicas en invierno, es a partir de la segunda quincena de marzo cuando empieza a hacer acto de presencia en zonas meridionales y de ambiente más mediterráneo y es durante el mes de abril cuando inunda muchas de nuestras zonas urbanas. Posee además una capacidad extraordinaria para desplazarse de unas zonas a otras y posee la capacidad de moverse rápidamente a grandes distancias.

Riesgos en las rutas migratorias
Las zonas de invernada de estas tres especies y sus rutas migratorias no están exentas de amenazas para su supervivencia. Muchas zonas de los países africanos donde pasan el invierno se ven afectadas por la desecación de humedales, ya sea por sobreexplotación de los acuíferos o por el cambio climático. Además, a esta pérdida de hábitat hay que sumar los incendios y quemas de vegetación de algunos lugares que sirven a estas aves como zonas de concentración de miles de ejemplares, como es el caso de las golondrinas. Junto a estas amenazas hay que señalar la progresiva falta de alimento por la disminución a escala mundial de los insectos.

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