El trabajo pone las bases para que las colecciones de todos los museos de historia natural funcionen como una sola que sea accesible a todo el mundo
Redacción/. La revista Science publica hoy un artículo que, firmado por representantes de las colecciones de 73 museos y herbarios de todo el mundo, alerta de la necesidad de analizar la información de la que disponen las colecciones de historia natural y hacerlas accesibles para que sirvan de herramienta para afrontar la crisis climática y la pérdida de biodiversidad ante la que nos encontramos. “La evaluación que hemos hecho de las colecciones de historia natural pone de manifiesto que es urgente que centremos nuestros esfuerzos en analizar, sistematizar, proteger y compartir la información que custodian”, sentencia Kirk Johnson, director del Smithsonian Institution, el museo de historia natural de Washington D.C., que alberga algunas de las colecciones más importantes del mundo.
Para este trabajo han investigado la situación de las infraestructuras científicas dedicadas a las colecciones de historia natural y detectado que en los 73 museos más grandes del mundo se custodian más de 1.100 millones de objetos. Estas colecciones están atendidas por un total de 4.500 personas dedicadas a la investigación y 4.000 voluntarios. La mayor parte de la información de estas colecciones no está disponible o se desconoce. De hecho, solo el 16% de los objetos están digitalizados y apenas el 0,2% dispone de registros genéticos.
“El objetivo de este análisis era evaluar de manera rápida y precisa los contenidos de cualquier colección, el primer paso que debemos dar para lograr que todas las colecciones funcionen como una única colección antes de acometer su digitalización”, explica el vicedirector de colecciones del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) Ignacio Doadrio. Para ello hemos creado un marco de trabajo definido por una cuadrícula de 19 tipos de colecciones y 16 regiones. De esta manera cualquier objeto de una colección puede quedar definido dentro de una de las 304 celdas de la cuadrícula”, detalla el investigador del MNCN.