El objetivo es crear bosques complejos basados en la regulación natural que aumente sus tasas de biodiversidad
Redacción/. Un estudio en el que participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) demuestra que, para poder diferenciar e implantar nuevos sistemas de gestión de los bosques acordes con los retos ambientales de la actualidad, es imprescindible que los gestores tengan experiencia y conocimientos previos de selvicultura, así como una formación precisa en estos nuevos sistemas. Los objetivos de estos nuevos métodos, como la creación y mantenimiento de bosques complejos que favorezcan mayores tasas de biodiversidad, deben estar claramente definidos.
“En la actualidad se están desarrollando métodos selvícolas como el sistémico, basados en la regulación natural, que dan lugar a bosques más diversos y complejos para hacer frente a la pérdida de biodiversidad y al cambio global. No obstante, es complicado ponerlos en práctica debido a los factores externos que influyen en la toma de decisiones de los gestores”, apunta Bravo-Oviedo. “Se ha visto que en esta toma de decisiones y en el grado de consenso entre evaluadores influyen factores como la experiencia previa”, señala este investigador que ha participado en el estudio.
El método sistémico se basa en cinco principios: aprovechamiento parcial, regeneración natural, alta diversidad estructural, incremento de la riqueza de especies arbóreas y evitar realizar operaciones intensivas. Su objetivo es generar bosques más diversos y complejos centrándose en la regeneración natural de los mismos. Para ello no se proyecta previamente la estructura forestal que se desea conseguir, sino que se extraen los árboles de acuerdo con este objetivo y respetando el número de ejemplares necesario para su regeneración.