Según un reciente estudio, desde la Sierra de Guadarrama hacia el sur, las especies de murciélagos forestales descienden
M. San Felipe/. La Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos (SECEMU) acaba de publicar, en colaboración con la Fundación Biodiversidad, el Centro Forestal de Cataluña y la Universidad de Vic, el trabajo Manual de conservación y seguimiento de los quirópteros forestales, editado por el Ministerio de Transición Ecológica y el de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En esta investigación se actualizan y recopilan los datos más relevantes sobre los murciélagos que habitan en los bosques, dándose a conocer desde aspectos básicos, como su diversidad o biología, como datos más concretos referentes a sus diferentes hábitats, las diversas especies o el abordaje de su conservación.
En este sentido, este estudio indica que “en el norte de la Península pueden estar presentes todas las especies que se consideran estrictamente forestales”, pero se produce una pérdida de éstas según se desciende de latitud, algo que se acusa desde la Sierra de Guadarrama, donde se señala que ya falta el Myotis alcathoe.