Los científicos han desarrollado su investigación en el yacimiento madrileño de Somosaguas
Redacción/. Las hormigas de la especie Messor barbarusretocan, la granulometría y la composición mineralógica de los suelos donde habitan, influyen en los resultados de los estudios paleoambientales y paleoclimáticos. Así lo afirma un estudio en el que han colaborado la Universidad Complutense, el Museo Nacional de Ciencias Naturales, el Instituto de Geociencias y la Estación Biológica de Doñana.
La actividad diaria de estos insectos retoca la composición de los suelos y abre la puerta a una nueva técnica paleontológica de delimitación de áreas donde buscar fósiles, ya que también los transportan. Asimismo han determinado qué materiales son los favoritos de estas hormigas en la construcción de sus galerías.
En este sentido, los investigadores determinan que esta especie de hormigas prefiere extraer los granos de tamaño medio frente a más finos o más gruesos y que se decantan antes por extraer el feldespato que el cuarzo, probablemente siguiendo criterios de estabilidad mecánica y facilidad de transporte.