Los vencejos de Nuevo Baztán fueron los primeros en desvelarnos tan sorprendente viaje con el uso de dispositivos de tan solo 0,6 gramos de peso
Redacción/. En 2012, SEO/BirdLife, dentro del programa Migra, desarrollado con la colaboración de la Fundación Iberdrola España, marcaba los primeros vencejos comunes en España en el municipio madrileño de Nuevo Baztán, para saber dónde estaban nuestros vencejos en invierno y descubrir sus rutas migratorias.

Ejemplar de vencejo común.
Los vencejos abandonan sus zonas de cría en España para, durante su migración otoñal, llegar al continente africano y bordear el desierto del Sahara por la costa atlántica. Atravesando el Sahel, alcanzan su primera zona de invernada entre Camerún y la República Democrática de El Congo, sobre extensas áreas de selvas y sabanas, tras viajar más de 9.000 km desde su nido. “En diciembre se desplazan a una segunda zona de invernada, más al este, cerca de las costas de Tanzania, Kenia y Mozambique” asegura Ana Bermejo, una de las responsables del Programa Migra.
En febrero,abandonan sus zonas de invernada atravesando África, el golfo de Guinea y el desierto del Sahara hasta llegar a su zona de invernada en España, donde llegan a principios de mayo, tras más de 11.000 km recorridos y tres meses de viaje de vuelta. En total, un viaje de más de 20.000 km desde los pueblos de la península Ibérica hasta las selvas y sabanas africanas.
Este largo viaje no está exento de peligros y amenazas, muchos de ellos naturales pero también derivados de la actividad del hombre
Este largo viaje no está exento de peligros y amenazas, muchos de ellos naturales, como son las barreras geográficas, la climatología, los depredadores, o la búsqueda de alimento y refugio en las zonas de descanso. Pero en las últimas décadas, las aves migratorias deben enfrentarse además a los peligros añadidos por la presencia y actividad del hombre: cambios o destrucción del hábitat, caza ilegal, tendidos eléctricos, aerogeneradores, veneno, caza ilegal, cambio climático…