La piedra filosofal del cambio climático

Peñalara-laguna

La laguna de Peñalara, objeto de una investigación científica

Opinión de El Guadarramista
Por Pablo Esteban Mata (Subdirector)
Ciencia y naturaleza. Tenemos la suerte de contar en nuestra Sierra con un entorno que, además de ofrecer una biodiversidad única, presenta un potencial científico de incalculable valor. Muchos han querido enfrentar la ciencia con la naturaleza. Demasiada crispación. Ambos conceptos están obligados a entenderse y nosotros debemos facilitar ese concierto si queremos procurarnos un futuro más sostenible y saludable.

Cima y laguna de Peñalara.La Comunidad de Madrid está adscrita al proyecto PaleoNAO desde 2011. Se trata de una iniciativa puesta en marcha para estudiar la afectación que ha producido el calentamiento global sobre la oscilación del Atlántico Norte, un patrón que determina el tiempo en el hemisferio boreal. Los biólogos Ángel Rubio e Ignacio Granados se dejan la piel en este estudio que trata de averiguar cómo ha cambiado el clima en 20.000 años analizando el sedimento de la laguna de Peñalara.

“Los biólogos tratan de averiguar cómo ha cambiado el clima en 20.000 años analizando el sedimento de la laguna”

Por desgracia, los últimos resultados no son muy halagüeños: el grosor de la cubierta de hielo de la laguna es de 90 centímetros menos que el año pasado, según ha informado Ángel Rubio al diario El País. Además del espesor de la capa congelada, el estudio también analiza el agua que hay debajo y el plancton del fondo. Todas estas muestras se comparan con las de años anteriores.

"Laguna Grande de Peñalara-Deshielo" (2014). Óleo sobre lienzo. 81x130 cm. (fotografía de Unidad Móvil)Los datos recogidos ayudan a predecir mejor qué medidas tomar para disminuir las consecuencias del cambio climático. Peñalara encierra tesoros naturales, pero también científicos. Su conservación no solo supone una garantía de futuro para la sostenibilidad medioambiental de la región, sino que también permite colaborar en proyectos internacionales de investigación. No caben menoscabos en su protección. La pócima para paliar el cambio climático puede habitar en su interior.

“Peñalara encierra tesoros naturales, pero también científicos”

Los prejuicios no están hechos para mí. Los científicos y los naturalistas comparten más elementos de los que les diferencian. Pero, por encima de todo, aspiran a un mundo mejor. Lejos quedan los arcaicos convencionalismos que intentaban contraponer dos esferas que se atraen. Las necesitamos más activas y armónicas que nunca. Peñalara es el mejor ejemplo de concordia. Solo nos queda hallar la piedra filosofal que nos descubra las claves para protegernos de esa lacra invasora como es el cambio climático.

Deja un comentario