Guadarrama, parque de atracciones

La gestión del presupuesto da cuenta de la verdaderas intenciones de los gestores del Parque Nacional

La Sierra sería una ambientación perfecta para la obra de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, El Gatopardo. Hace tiempo que el cinismo se ha instalado en las altas esferas de las distintas administraciones y el medio ambiente se ha convertido en una de sus principales víctimas. “Que todo cambie para que todo siga igual”. Este es el lema de cabecera para algunos de los viles jerarcas que deciden el destino de nuestra naturaleza.

Y es que a más de uno se le abrió el cielo con la creación del Parque Nacional de Guadarrama. Lo que, a priori, debería ser un acicate para la protección y restauración de la zona, quiere ser utilizado de manera perversa para hacer negocio. El verdadero peligro reside en que estas malévolas intenciones proceden de algunas de las personas que deben gestionar nuestra fauna y flora.

«El verdadero peligro reside en que estas malévolas intenciones proceden de algunas de las personas»

Ecologistas en Acción ha denunciado que el convenio de colaboración financiera firmado entre el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y las comunidades de Madrid y Castilla y León para la Sierra de Guadarrama destina el 61% del importe a actuaciones de uso público y sólo el 10% a medidas de conservación.

En concreto, más de 3,2 millones de euros están presupuestados para actuaciones de uso público, correspondiendo las mayores partidas a proyectos de nueva creación y mejora de infraestructuras de uso público (áreas recreativas, sendas, aparcamientos, etc.). El objetivo de los gobernantes especuladores es hacer de un Parque Nacional un Parque de Atracciones. Un espacio de ocio y turismo, lo más rentable posible, que les permita llenarse los bolsillos.

Por el contrario, con tan sólo 540.000€, el 10,3% del importe total, se encuentran las actuaciones de conservación. Para más inri, dentro de esta partida, lo que se lleva mayor presupuesto son las medidas de control de poblaciones de fauna, es decir, la caza y captura en vivo de la cabra montés, con un total de 250.000€. Es decir, las medidas destinadas a conservación, descontando el importe previsto para la caza de la cabra, se reduce a 289.681,94€, el 5,5% del total. La intención de proteger la Sierra de Guadarrama brilla por su ausencia.

«Es decir, las medidas destinadas a conservación se reduce a el 5,5% del total»

Conseguir para nuestra comarca el estatus de Parque Nacional ha costado mucho esfuerzo como para que unos desalmados sin escrúpulos, pertrechados tras carteras ministeriales y consejerías, quieran aprovecharse de él para hacer realidad sus intereses espurios. Si hay algo que, a día de hoy, se asemeja a un parque recreativo regentado por adolescentes son las instituciones públicas. Diviértanse ahí… mientras puedan.