Las ánimas serranas

Los espectros femeninos se aparecen a los habitantes serranos en noches cerradas

En edad adulta o con apariencia de niña, las ánimas con forma femenina son comunes en muchas historias serranas. Surgidas siempre al llegar la oscuridad, son la representación «viva» del alma y, por tanto, pueden transfigurarse en mujeres jóvenes e inocentes o, por el contrario, en damas malvadas y atormentadas por su destino. 

El Puerto de la Cruz Verde, paso de montaña situado entre los municipios de San Lorenzo de El Escorial y Robledo de Chavela, es conocido por estar emplazado a más de 1.200 m por encima del nivel del mar. Éste es el enclave donde numerosos vecinos sitúan la extraña aparición de una joven vestida de blanco. Algunos lugareños aseguran haberla visto pasear sin rumbo fijo hasta desaparecer, mientras que otros afirman haberla oído llorar junto a alguna cavidad. Es la llamada Dama de la Cruz Verde.

Al tratarse de espectro divisado en una zona cercana a la carretera, no son pocos los que la relacionan con la historia de la joven autoestopista fantasma. Esta leyenda, que se repite en muchos lugares del mundo, narra la desafortunada historia de una joven que, tras fallecer en un accidente de tráfico, aparece en noches de tormenta y cautiva al conductor que transita por el lugar.

Al tratarse de espectro divisado en una zona cercana a la carretera se relaciona con la historia de la joven autoestopista fantasma

Según las versiones, puede tratarse de un alma buena, ya que advierte de la peligrosidad de una curva cercana, o, por el contrario, de un malvado espíritu que desaparece y provoca el accidente del pobre incauto. Algunas veces, los testigos cuentan que porta un traje de novia desgastado. Es conocida también como la Dama Blanca o la Chica de la Curva.

En la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, conocida como la Noche de Difuntos, se dice que del centro de la Laguna Grande de Peñalara emerge una isla y en ella se puede vislumbrar la figura de una niña. Se trata de una pequeña pastora que, intentando salvar a uno de sus corderos extraviados, se ahogó, descendiendo a las profundidades de la laguna. La leyenda dice que podría haber sido atraída por extraños balidos que surgían de las oscuras aguas, pero que nunca hubo tal animal.

Por último, aunque existen más ejemplos, hoy recordamos la historia de «Las mujeres rientes de Robledo de Chavela» (De Leyenda, enero de 2011): hace dos siglos las brujas se reunían en un claro de la comarca de Robledo a realizar sus invocaciones. Una noche, acercándose demasiado al fuego de una hoguera, perecieron calcinadas. Desde entonces, sus risas pueden oírse en el mismo lugar e incluso hay robledanos que afirman haberlas visto continuando con sus invocaciones.