La fotografía de naturaleza tiene en la previsión y la casualidad dos de sus mayores aliados
`Instantes´ Por Mar Pinillos y David Martín www.tenadadelmonte.es info@tenadadelmonte.esMucho hemos insistido en esta sección, a lo largo de capítulos anteriores: las fotografías aparecen, no hay que buscarlas y es que ¡de casualidades está hecha la vida! Juzgad si no esta foto a plena luz del día de un sapo corredor (Bufo calamita) saliendo de una cacera. Quién nos iba a decir que encontraríamos este bello animal de vivos colores verdes fuera de su `horario´ habitual, la noche.
O que nos toparíamos en el tejado de nuestra casa, a la llegada de sus cuarteles de invierno en África, a la mimética abubilla (Upupa epops) posando cual modelo durante media hora sin molestarle nuestra presencia.
Son fotografías que emocionan por inesperadas y te enganchan a esta afición de `congelar´ los momentos fugaces, como la época de celo de un macho de tarabilla común (Saxicola torquata) con su impresionante pecho color teja en contraste con el verde primaveral de fondo.
Son fotografías que emocionan por inesperadas y te enganchan a esta afición
Si un día vais paseando por el campo y descubrís que ha florecido el cantueso (Lavandula stoechas ssp. pedunculata), creando un espectacular manto violáceo que juega con las luces del atardecer o, si un día de invierno, la niebla y el frío han creado esta espectacular estampa de unos escaramujos (Rosa canina) convertidos en frágiles cristales de hielo, ¿cómo dejarlas escapar?
Por esto, hay que ir siempre pertrechado de equipo, cámara y objetivos, ya que nunca sabes cuándo encontrarás la instantánea perfecta. Casualidad o no, hemos captado estos momentos únicos que recordaremos y con cuyas sensaciones nos deleitaremos.