Dentro del término municipal de Manzanares El Real podemos encontrar siete árboles singulares
`Gigantes´ Por César HerranzComenzamos este recorrido por el Tejo (Taxus baccata) del Hueco de las Hoces. Este tejo es hasta el momento, el ejemplar más dificil de localizar y acceder de todos los del catálogo. No es recomendable ir en su busca si no es acompañado, ya que la dificultad no sólo radica en la localización, que es compleja, sino en que la mayor parte del recorrido, no está definido, y el roquedo dificulta excesivamente el avance. Además del desnivel, que es muy pronunciado.
En cuanto a su porte, posee una gran base, encajada entre dos rocas, de la que parten dos grandes ramas. Una de ellas, la más grande, presenta una herida ya cicatrizada seguramente ocasionada por un rayo, y también es la que más ramillas secas tiene. La otra, bastante más pequeña, presenta un estado similar. En general, su estado global se puede considerar como bueno; aunque esté puntiseco, seguramente se recuperará. Sus raíces descalzadas reptan entre la roca. Actualmente no se puede realizar la medición de su base.
Para llegar a este ejemplar, (insisto que no es recomendable ir solo ni personas en mala condición física), se puede hacer por dos vías. La primera opción, consiste en tomar la senda de Canto Cochino a la Gran Cañada. Una vez coronado el collado, a mano izquierda parte una senda que lleva al Yelmo por los Barrancos.
La otra opción, es tomar la senda del Hueco de las Hoces directamente desde Canto Cochino, y continuar por la misma siguiendo cuidadosamente los hitos que marcan el camino, en muchas ocasiones difuso. Será necesario escalar, trepar, arrastrarse y descender sobre rocas y atravesar zonas enjaradas y con encinas, que producen múltiples arañazos. ¡Suerte a quien se aventure!
Tejo del arroyo del Chivato (Taxus baccata)
La calificación de dificultad se debe a que, si no se realiza el acceso el vehículo autorizado, el camino hasta la localización es muy largo y cuesta arriba. En torno al pk 14, desde la entrada con barrera a la Pedriza, en una fuerte recurva, que pasa frente al arroyo del Chivato, unos 30 metros aguas arriba, en el margen derecho, se encuentra este bonito tejo.
Su copa es globosa, armoniosa y bien distribuida. Destaca el color de su follaje frente al pino de repoblación y las bardagueras del arroyo. Tiene algunas raíces descalzadas al descubierto. Heridas de poda. Convendría cortar algún ejemplar de pino albar que compite con él.
Tejo del arroyo de los Hoyos (Taxus baccata)
Presenta una copa cónica y regular. Es un ejemplar muy bello. Tiene algunas ramas cortadas, otras de la parte inferior de la copa, están secas. Muchas raíces al descubierto. Se localiza en la recurva del pk 13 que sube a la sierra del Francés, partiendo de la entrada a la Pedriza. En esta recurva hay instalado un capturador de cabras montesas. Descendiendo aguas abajo del arroyo de los Hoyos, unos 150 m nos encontramos el ejemplar que se divisa a la distancia.
Actualmente resulta complejo llegar hasta el tronco del mismo. La pasarela que se había instalado para cruzar el arroyo ya no existe. Por otra parte, habría que controlar la acampada bajo su copa. El suelo está bastante compactado.
Pino albar de la sierra del Francés (Pinus sylvestris)
Es un gran árbol corpulento, conformado por dos grandes troncos verticales resultado de una bifurcación a los 5 m. Presenta zonas nudosas y abultamientos en las partes que ha ido perdiendo ramas. Hace ya casi 40 años le cayó un rayo; evento del que ha salido airoso y se ha recuperado perfectamente.
No presenta ataques de muérdago. Es uno de los ejemplos de los antiguos pinos albares que poblaron la Pedriza, antes de realizar las mediocres repoblaciones que han convertido en estas laderas en bosques ahogados en el silencio y de los troncos erguidos y la oscuridad más siniestra.
Antes de llegar a él, nos encontramos algunos congéneres de la época. Este en concreto, se halla casi al llegar al pk 16 de la pista que sube desde la entrada de la Pedriza. Dado que aquí, si no es con autorización, no se puede acceder más que andando. El grado de dificultad es máximo. Son 16 km ascendiendo por una pista cuesta arriba. Se localiza en un recurva al traspasar inmediatamente el Arroyo de los Chorros.
Alcornoque de las Casiruelas (Quercus suber)
Crece en la grieta vertical de una roca, sin padecer estrangulamiento alguno. Se ensancha y forma la cruz dos metros más arriba, de la que parten 6 brazos principales y en la que, además, crece un enebro. Nunca ha sido desbornizado, y ha conservado su porte gracias a su difícil acceso, que le ha librado del ganado. Su estado es regular, está muy defoliado y parece presentar alguna enfermedad.
La localización es altamente compleja. Justo antes de llegar al aparcamiento principal de Canto Cochino, se entra al bosque a mano izquierda campo a través, entre jaras, enebros y coníferas exóticas de repoblación, unos 200 m hasta llegar a un sendero poco marcado que conduce a un claro. Desde el mismo, si miramos hacia arriba a mano derecha, se distingue el alcornoque entre las rocas. Habría que ascender escalando entre las mismas, hasta su ubicación, unos 50 m.
Es muy fácil perderse en esta zona, dado que no hay ninguna referencia de localización, y el sendero no está indicado. Hay otras opciones para acceder al ejemplar, pero ésta es la más rápida y la única que conozco.
Acebo del río Manzanares (Ilex aquifolium)
Según las informaciones del libro de árboles singulares de Cantero Desmartines y López Lillo, se trata de un ejemplar del que parten tres grandes troncos de una vieja cepa. Dos de los cuales crecen encajados en el roquedo, y el tercero está aislado. La copa es amplia, pero rala y multitud de ramas secas. Está muy poco vistoso.
Su acceso es inviable. Por más que se ha intentado llegar hasta él, dado que a un lado tiene el río, y los peñascos impiden cruzar, y al otro, hay una roquedo muy inclinado que da al barranco sobre el río, ha resultado imposible. Su estado no es nada bueno. Su follaje está ralo y muchas hojas amarillean. Está rodeado de zarzales y otros arbustos. El ramaje está en gran proporción seco.
Se localiza en una recurva que hace el Manzanares, aproximadamente a 1,5 km desde la senda que parte del puente del Francés, a mano izquierda, por el margen derecho del río. Esta senda, sin cruzar por el puente al otro lado, nos conduce directamente al lugar más próximo desde el que se puede observar el ejemplar.
Acebo de las Cerradillas (Ilex aquifolium)
Acebo relicto de los escasos ejemplares que pueblan esta zona de la Pedriza. Sin duda, un superviviente dadas sus dimensiones. Nace en la grieta de una roca, donde hunde su base y sus raíces. A la altura de dos metros el ejemplar se bifurca, sobresaliendo su copa por encima de las peñas. Una de las ramas principales ha perdido gran parte de su composición, debido posiblemente a las extremas condiciones climáticas en las que habita.
Me ha sorprendido gratamente el buen estado, a pesar de ciertos matices, en el que se encuentra. Con unos retoños muy frescos y en abundancia. Es un ejemplar masculino. Es el segundo ejemplar más complejo de localizar de los que me he encontrado hasta el momento, y el grado de dificultad es a su vez de los más elevados.
Daré unas breves referencias: se parte de Canto Cochino por la senda que sube hasta la Gran Cañada. Una vez allí, se toma a mano izquierda un sendero difuso que remonta el arroyo que discurre por las Cerradillas. En un tramo más o menos paralelo al arroyo estacional, a mano derecha, se ve claramente el acebo creciendo entre dos peñas.
Fichas técnicas:
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