La alarma ha cundido tras el envenenamiento de especies de avifauna protegida en varios municipios de la comarca abulense de La Moraña
María Boj y Miriam Carneros/. Ésta es una situación muy preocupante que debe ser considerada como la punta del iceberg, ya que las sustancias letales actúan sobre otros animales, como los domésticos, y sobre el agua que bebemos las personas. La cantidad de aves protegidas que han aparecido muertas demuestra que las actuaciones de la Junta de Castilla y León en esta zona no han funcionado.
Organizaciones como la Asociación Ecologista Gredos Verde o Ecologistas en Acción de Castilla y León, manifiestan su dolor e indignación ante los continuos y graves hechos delictivos. Los responsables provinciales y regionales de la Junta de Castilla y León sobre esta especie y sobre el resto de las que están protegidas y ahora afectadas por los venenos, han preferido ocultar su existencia y negar la protección de su hábitat; algo que está en contra de lo que establecen sus propias normas.
El hecho de que las zonas afectadas por la actuación de los venenos mortales no hayan sido declaradas como áreas críticas de alimentación o que ni siquiera se haya propuesto la declaración como ZEPA (Zona de Especial protección sobre las Aves que por el Decreto 114/2003 se debería haber producido ya), refleja una situación de abandono legal por inacción administrativa de quienes tienen que velar por la legalidad y la conservación según la Constitución Española, entre otras.
Por estos motivos, las organizaciones han pedido que comparezcan públicamente los responsables de la administración autonómica y expliquen las medidas que van a desarrollar para evitar su repetición. Han demostrado su confianza en el trabajo que realizará el Ministerio Fiscal en la detección del responsable o responsables y, además, han dado las gracias a los Agentes Medioambientales y a la Guardia Civil.
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