La lluvia alivia la sed (en parte) del bosque serrano

Aunque vemos llover durante estos últimos días nuestros montes necesitan con urgencia que persistan. La situación de sequía ha llevado al límite al bosque mediterráneo de la Sierra

J. Gil/. Las encinas, alcornoques y enebros de Hoyo de Manzanares están teniendo un respiro mientras duren las lluvias en nuestra Sierra. Su situación llegó a un estado crítico el pasado octubre cuando un informe elaborado por la Concejalía de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible apuntaba la grave situación por la que atravesaban estos árboles, abundantes en esta población. La sequía unido entre otros factores a las altas temperaturas inusuales en octubre hizo dar la voz de alarma.

José Ramón Mendoza, Concejal de Medio Ambiente en Hoyo de Manzanares aseguraba que la razón por la que las encinas, alcornoques y otras especies presentaba ese aspecto no era debido a ninguna plaga (en otros municipios serranos sí). Se debía a la extrema falta de agua que originó en la población arbórea de Hoyo un “estrés hídrico”. El 14 de octubre, fecha de salida del citado documento, Mendoza daba una única solución a este grave problema, que lloviera cuanto antes.

Un control antes y después de las lluvia

Hemos tenido que esperar hasta principios de noviembre para comenzar a ver las tan esperadas precipitaciones. Gracias al apoyo técnico de los agentes forestales y de la Dirección del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares el Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares ha podido constatar que las lluvias son lo único que salvará a muchos ejemplares de muchas especies que en octubre están al borde de morir. Hará falta un nuevo estudio para determinar cuántos árboles se han salvado.

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