El Telesilla de Guarramillas, en el puerto de Navacerrada, ha estado durante esta época estival funcionando con la excusa de su “espectacular recorrido”
V. Goded/. Una estación de esquí y un telesilla que chocan frontalmente con la idea del Parque Nacional. Por ley este tipo de instalaciones no pueden quedar dentro de esta figura legal proteccionista. De hecho, aunque es indudable que los turistas pueden gozar de una gran panorámica, supone al mismo tiempo la destrucción de las formaciones naturales y la introducción de estructuras artificiales, como los tendidos de los remontes.
Los dueños de la estación deportiva velan por el capital propio, por eso buscan fórmulas alternativas de explotación fuera de sitio para paliar un mal que afecta al Sistema Central: la escasez de nieve.Pero esta decisión no hace más que alimentar el abandono al que se tiene sometido al puerto por la gran cantidad de basuras y edificios en ruinas que se pueden encontrar en pleno puerto. Soluciones hay, por supuesto, y un caso cercano fue la desinstalación de la estación de esquí en Cotos con la llegada del Parque Natural de Peñalara.
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