Diferentes grupos conservacionistas coinciden al exigir un cambio en la manera de repoblar el terrero calcinado después de un incendio. Las especies endémicas resisten mejor el fuego y no modifican los ecosistemas.
Redacción/. Ecologistas en Acción ha recordado a las instituciones públicas que llegado el momento de reforestar una zona afectada por un incendio se deben elegir árboles y flora autóctona. Las razones son lógicas y de un fuerte sentido medio ambiental. Por un lado se refuerzan las poblaciones de flora de la zona, sin cambiar el hábitat del natural, y por otro se evita plantar árboles que propician los fuegos.
Las especies pirófitas “fundamentalmente pinos y eucaliptos que favorecen los grandes incendios” aseguran desde Ecologistas en Acción. La sierra de Guadarrama ha sido históricamente repoblada de pinos principalmente que han desplazado con el tiempo a la masa forestal original de la comarca, el roble y la encina. El rápido crecimiento de las pináceas unido a su explotación maderera y resinera han hecho que nuestros montes sean especialmente vulnerables a los incendios.
Coinciden con ARBA
La propuesta que en esta ocasión lanza Ecologistas en Acción viene a unirse a la que hizo el grupo ARBA (Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono). Bajo el lema “Un bosque no es un cultivo” ARBA pretendía hacer cambiar la filosofía de las reforestaciones forestales que emplean las instituciones públicas. Y ahora Ecologistas en Acción les siguen exigiendo “un replanteamiento de la gestión forestal de nuestros montes, modificando paulatinamente las masas repobladas de pinos y eucaliptos hacia las formaciones autóctonas”.
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